MARCHA AL LANCHÓN
El sábado 30 de abril, a las 8 de la mañana, habíamos quedado ante la puerta de la Casa de los Salvajes para hacer un recorrido de poco más de 17 km al Lanchón, en el sur del término municipal de Cadalso de los Vidrios.
Cuando salí de casa aún no había amanecido y las luces de las calles estaban encendidas. Por la calle de la Iglesia ni un alma y el ayuntamiento entre faroles.
Ante la Casa de los Salvajes ya se van concentrando participantes que hablan animadamente. Hacemos recuento y llamamos a algún teléfono de contacto porque nos falta alguien.
Por la calle Real vamos descendiendo hasta la calle Hornabajo y hasta la carretera del Pilar. Alguna foto ante las taponadas cuevas del Pilar y en la Fuente del Pilar, en la que observamos que ya hay que pegar un repaso al recorte de zarzas.
Esta carretera es coincidente en gran parte con el antiguo Camino Real de Toledo a Ávila y que aún conserva algunos tramos aparte de la carretera, tramos que nos planteamos acondicionar para sacar a los peregrinos de los peligros de la carretera.
Casi todo el primer tramo, cerca de 6 km, lo hacemos sobre la carretera, aunque el grupo, siempre solidario, avisa del peligro al grito de ¡coche!
Por fin dejamos la carretera y tomamos un camino que nos llevará hasta la propia base del lanchón. Subir al Lanchón y bajar de él originan los momentos de mayor dificultad del recorrido, aunque de nuevo la solidaridad está presente en forma de ayuda y de mano tendida a los que más puedan necesitarlo.
Sobre esta enorme peña de perfil esférico, como si fuera una gran pelota semihundida, alguna explicación del origen de la misma a partir de la salida lenta a la superficie de masa magmática.
Similares a esta peña otras cercanas y otras más conocidas aunque más lejanas, como el Yelmo que se encuentra al lado de la desembocadura del río Cofio en el pantano de San Juan y el Yelmo de la Pedriza.
El enfriamiento de fuera hacia dentro provoca la formación de capas en el granito, que por diversas presiones o a causa de una lenta meteorización, se rompen en lascas, y que en la antigüedad fueron aprovechadas como canteras. Se conservan sobre el lanchón diversas piedras circulares que sin duda se extraían y tallaban para hacer ruedas de molino.
Desde lo alto del Lanchón, mirando hacia la peña de Cadalso, se nos descubre un nuevo paisaje con otros cerros semiesféricos y encima de uno de ellos dos piedras casi unidas de gran tamaño que sirven de testigo de la mayor altura que estos cerros tenían hace millones de años. Aunque de menor tamaño su origen parece ser el mismo que el de la roca conocida como El Tolmo en la sierra de La Pedriza.
Al llegar a la parte alta de este segundo cerro, más aplanado que el anterior, una nueva visión de piedras verticales que hacen referencia al antiguo nivel. Son piedras talladas por la erosión causada por la lluvia y el viento, y aunque algunos se empeñaron en echarla abajo no consiguieron moverla ni un milímetro.
Regreso al camino y esta vez bordeamos por abajo el Lanchón, haciéndose evidente su tamaño y su porte.
Cruzamos el arrollo del Molinillo, conocido como arroyo Tabalón al entrar en la provincia de Toledo, y bordeando la valla de una finca llegamos a la cañada, donde optamos por acercarnos a los restos de la ermita de San Julián y reponer allí fuerzas.
Este lugar se ha convertido en punto de interés de itinerarios por caminos y cañadas que están siendo señalizados por la Diputación de Toledo, y algunos pensamos que en Cadalso tenemos itinerarios y puntos de interés que merecen una mayor atención en su señalización para la promoción de un turismo comprometido con el medio ambiente.
Seguimos después por la cañada y antes de abandonarla nos acercamos a un lagar, ¿de uva? ¿de aceite? que puede tener su origen en tiempos del imperio romano o en épocas posteriores. Por la zona sí hay viñas y apenas se encuentran olivos, pero eso es en la actualidad, ¿cómo era el paisaje hace siglos?
Tomamos un camino que une la cañada con la carretera del Lanchar de la Osa y pronto vemos la enorme yaga en la cantera abierta en este lugar. Más adelante salimos de la carretera para acercarnos a un gran madroño, aunque no es el catalogado por la Comunidad de Madrid como árboles singulares.
Seguimos por la carretera, María nos explica algunas cosas del viaje a Rueda para finales de octubre y cuando nos acercamos a la M-507 tomamos el Camino Viejo de Cadalso a Almorox, cruzamos la carretera y llegamos a Cadalso por la Castellana.
Hace calor, mucho calor, pero el sol no ha llegado a picar por la presencia de nubes. Nos dirigimos al antiguo bar de "los Ciclistas" que hace poco a abierto "el Chirro", colaborador de nuestra asociación y del hogar parroquial Betania. Agua con azúcar, refrescos, muchas cervezas y algunos vinos de la tierra, esta vez los blancos de Ayuso. Todo envuelto entre conversaciones y entre la amistad y el compañerismo que surgen en estas marchas.
Para el 28 y 29 de octubre a por dos etapas del Camino del Sureste por tierras de Rueda y de Tordesillas.
Fotos: Rosa Baquera, Richard Pickers y Javier Perals.
Texto: Javier Perals.
Muy buena marcha con mucha amistad.
ResponderEliminarÁngel Sánchez