ATARDECER EN CADALSO DE LOS VIDRIOS.
Como aún sigo enamorado, en realidad de muchas personas, de muchos sitios, de muchas cosas, he decidido regalarme un paseo por el camino del Valle. Lo que he visto me echaba la moral al suelo, ¡qué destrozo en todo tipo de árboles! He sacado fotos que otro día compartiré con vosotros, pero hoy me quedo con la imagen que me ha recibido cuando he regresado, ya en el parque de los Cuatro Caminos.
Ha sido todo un regalo de la naturaleza, aunque ahora vendrá Ángel Canillo a decirme que ha sido el Jefe, que que bien me trata, que cuanto me quiere..., en fin, ya le conocéis.
Fotos y texto: Javier Perals.