PATROCINADORES 2023-1

PATROCINADORES 2023-1
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2023-2

PATROCINADORES 2023-2
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas gracias.

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.
Mostrando entradas con la etiqueta Vivencias personales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vivencias personales. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de enero de 2022

DE BAJÓN

 DE BAJÓN.

     Dicen los expertos que la duración de la pandemia, la sucesión de olas (vamos por la sexta) y las medidas que se están tomando, está provocando el aumento del número de depresiones y casos de ansiedad. Aunque no creo haber llegado hasta ese punto es cierto que me siento "de bajón".


     Muchas veces no tengo ganas de mirar las redes sociales, ni de coger el teléfono, para qué? si la mayoría de las veces son teleoperadores que tratan de venderme sensacionales ofertas o naranjas cuadradas, ni de publicar en este blog a pesar de los lamentos que a veces me parece escuchar.


     Claro que esto no es nada comparado con los millones de personas que han entrado en el umbral de la pobreza, los que han perdido su trabajo y su medio de subsistencia, los que no les llega para comer todo el mes o los que ya no tienen nada que perder porque lo han perdido todo. Me siento un puñetero privilegiado que me quejo por vicio.


     Por fin hemos puesto las cuentas al día y el sábado 29 tendremos la reunión de la Junta Directiva, aunque aún no sabemos si la podremos hacer presencial o telemática, con las ganas que tengo de verme y de abrazarme con alguien, y de compartir un café con unas pastas.


     Organizaremos el calendario de actividades del año en el que ya estamos, tratando de hacer algo especial para celebrar que este año cumplimos 10 desde la formación de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios


     Mientras estas cosas llegan trato de pasar el tiempo visitando museos y exposiciones, fotografiando las esculturas de la ciudad de Salamanca, de las que trato de hacer un completo inventario, paseando junto al Tormes para ver si me encuentro con Lázaro o si oigo los lamentos del ciego, subiendo a la Peña Muñana para disfrutar del paisaje que se abre ante mis ojos, o escaparme a Puerto Seguro para darme un paseo en completa soledad.

   Espero veros pronto.

Fotos de Richard Pickers de las etapas del Camino de Santiago entre Astorga y El Acebo.

Realiza la entrada Javier Perals.

martes, 3 de noviembre de 2020

EL OTOÑO EN EL CORRAL

 EL OTOÑO EN EL CORRAL.

     Todavía hay quien se extraña que salga poco de casa. En realidad no es que salga poco, más bien al contrario, pero cuando salgo muchas veces me voy a andar por los alrededores de Cadalso. Lo que sí es difícil es verme sentado en un bar o en la Corredera.


     Llega el otoño y los paisajes de Cadalso alegran nuestros sentidos y nuestro espíritu. Los paseos por la naturaleza te ofrecen multitud de posibilidades de contemplar la belleza de nuestro entorno y hoy estaba la Peña Muñana especialmente bella al lado de una bellísima luna casi llena.


     El corral de mi casa es como un trocito de Cadalso donde dejo que árboles, arbustos y plantas vayan un poco a su aire, aunque poniendo orden de tarde en tarde.


     Las hiedras, la viña virgen, las vincas y las parras se suben por las paredes y nos ofrecen un recital de colores verdes, amarillos y rojizos.



     Dos almendros, una morera blanca, un cerezo, varios lilos, varios laureles, un ciruelo, un prunus, un arce, un níspero y un acebo constituyen mi pequeño y variado bosque al que acompañan un jovencito olivo, un bambú, varios rosales y un aligustre. Todos ellos dan color, frescor, aroma y por este tiempo, numerosas hojas en el suelo.


     Pronto llegará el momento de poda para algunos de ellos pero mientras tanto disfruto de su compañía y de su colorido.


     Siempre que el tiempo lo permite este es mi taller donde restauro muebles o antiguos aperos, monto estanterías, tallo granito y madera o arreglo artilugios. Esta paz sólo se ve interrumpida por el repicar de las campanas del cercano campanario, que me compensa la posible molestia permitiéndome contemplar el nido de la cigüeña, los galanteos de la pareja, el crotoreo del apareamiento y la evolución de su prole.

Fotos y texto: Javier Perals.

sábado, 11 de abril de 2020

CARTA A UN ENFERMO DE CORONAVIRUS



CARTA A UN ENFERMO DE CORONAVIRUS

                Hola: soy Pilar y tengo 75 años.
        No nos conocemos pero sé que estamos en el mismo
        barco. El barco de la resistencia ante la gran tormenta
        que nos ha venido encima de una forma inesperada.

        Yo estoy resistiendo encerrada en mi casa y tú desde
        la habitación del hospital,  pero juntos duplicaremos
        fuerzas y saldremos victoriosos. No lo dudes.

        Aguanta. Esta tormenta terminará pasando y volverá
        a lucir el sol y nos sentiremos orgullosos de haberla
        vencido con la fuerza de la fe y de la esperanza.

        Mucho ánimo y mejórate pronto porque algún día
        tendremos que celebrarlo.

                                                       Pilar.

        Pilar Campos Benito.

lunes, 16 de marzo de 2020

EL JARDÍN DE MI CASA.

EL JARDÍN DE MI CASA.
     Para empezar me gustaría decir que yo prefiero llamar "corral" al patio de mi casa. Y aunque no tengo un jardín propiamente dicho, me gusta cuidar árboles, arbustos y flores que ocupan parterres y macetas.

     Viendo lo que se nos venía encima y teniendo el tiempo tan primaveral que teníamos, decidí irme al vivero, comprarme unas docenas de macetas de flores y traerlas a casa para, tranquilamente, preparar varios maceteros y colocarlos en el balcón.


     Por un lado ocupas parte de este tiempo que debes permanecer en casa haciendo un trabajo que rompe la rutina cotidiana, que te entretiene y en mi caso que me relaja bastante.


     Por otro lado disfruto poniendo flores que alegrarán mi balcón, y creo que la calle, y que es un indicativo de vida. No todo se para y esto es darle un poco de alegría que no viene nada mal en los tiempos que corren.



     Con el trasplante de plantas aromáticas y con flor ocupo parte de ese tiempo que necesito de actividad física, me ayuda a concentrarme y pensar sin caer en el desánimo, desarrolla mi imaginación buscando la composición artística que las flores ofrecen y me siento satisfecho al terminar la tarea.


     Además se crea un vínculo entre las plantas y yo pues a partir de ahora debo regarlas y cuidarlas para que se desarrollen, crezcan y den, si es posible, muchas más flores.


     Y encima estoy colaborando a que todos tengamos un aire más puro pues todas estas plantas, en presencia de la luz del sol, producen oxígeno y absorven anhidrido carbónico.

Fotos y texto: Javier Perals.

sábado, 22 de febrero de 2020

COMO UNA ANDANADA.

COMO UNA ANDANADA.
     Hay cosas en la vida que te descolocan y te dejan "hecho polvo" sin que sepas muy bien por qué.

     A punto de cumplirse ocho meses del comienzo del incendio que asoló a Cadalso y Cenicientos me doy cuenta que la dejadez y la desidia me han dominado, que me he dejado llevar por la apatía, que apenas tengo ganas de escribir y de compartir sensaciones y sentimientos.



     En estos ocho meses apenas 23 entradas en el blog y tan sólo una entrada en la que se menciona el pasado incendio. Es como si quisiéramos apartarlo de nuestra vida, como borrar una mala experiencia o ignorarla como si nunca hubiera sucedido.





     Pero sucedió, es un hecho real y muchas de las consecuencias aún están ahí. Todavía vemos paredes negras junto a los caminos, restos de árboles quemados, zonas que estuvieron cubiertas de zarzas casi completamente desnudas ahora, y de vez en cuando un trailer llevando troncos cortados de la zona de la Peña de Cenicientos.




     No hubo desgracias personales, aunque algunas familias perdieron vehículos y propiedades e incluso algunos animales. Esto debería ser motivo para unirnos más y afrontar una lucha juntos ante el futuro, ante un futuro que se muestra amenazante y turbador.

     Pero incluso en momentos como éstos salen los protagonismos personales y la falta de autocrítica en si se hicieron bien o no las cosas. Y unos se quedan con la sensación de que lo hicieron todo bien y otros de que muchas cosas se pudieron hacer mejor. Unos se quedan con el orgullo de hacer lo que debieron y otros nos quedamos con la impotencia, con las ganas de decir lo que no podemos decir, porque se interpretará que se aprovecha una situación trágica para dar caña a otros.


     Así que nos quedaremos con lo bueno, con la marea de solidaridad y apoyo a los bomberos que intervinieron en la extinción de aquel incendio, en su agradecimiento a las poblaciones de Cadalso y de Cenicientos (ver enlace). En la limpieza que hizo el fuego porque no lo hicieron otros. En que la vida sigue y vinieron las fiestas, las Navidades, los Reyes, los Carnavales.

https://cadalsocaminodesantiago.blogspot.com/2019/07/agradecimiento-de-bomberos-de-la.html

     Hay que seguir, y me propongo desenredarme de estas telarañas que me paralizan, que nublan mi mente y no me dejan ser como quiero ser. Es hora de retomar el blog y volver a contar nuestras experiencias y nuestras actividades. Un abrazo y..., a pesar de esta ausencia, gracias por estar ahí.
Fotos y texto: Javier Perals.

jueves, 13 de junio de 2019

MIS GOLONDRINAS

MIS GOLONDRINAS.

     Volverán las oscuras golondrinas
     en tu balcón sus nidos a colgar,
     y otra vez con el ala a sus cristales
     jugando llamarán.
     Pero aquellas que el vuelo refrenaban
     tu hermosura y mi dicha a contemplar,
     aquellas que aprendieron nuestros nombres...
     ésas... ¡no volverán!


     Así comienza una poesía de Gustavo Adolfo Becquer que, curiosamente, no dedica a las golondrinas sino al amor.

     Al poner el título he visto que el "mis" resulta muy posesivo, y no es esa mi intención. Al hablar de "mis golondrinas" quiero referirme a esas golondrinas que me resultan muy cercanas, vecinas, amigas.

     Las golondrinas se han acostumbrado a moldear sus nidos aprovechando ciertos rincones de las construcciones humanas: cornisas, balcones, vigas de madera, ... Viven por tanto en proximidad con las personas, aunque les gusta mantener las distancias.

     Una pareja de golondrinas anidó el año pasado en el portal de mi casa, aprovechando un clavo que puse en una de las vigas de madera para apoyar su nido construido con bolitas de barro, como antiguamente se hacían las casas de adobe. 

     Viaje a viaje, bolita a bolita, como el alfarero, van dando forma a su nido de barro. Luego lo acomodan con musgo, pelusas, plumones, briznas de hierba haciéndolo mullido y confortable.

     Luego la hembra irá haciendo su puesta, de tres a cinco huevos, que generalmente van incubando por turnos padre y madre. La fidelidad entre estas aves es muy alta. En ocasiones es la madre la que permanece en el nido y es el macho el encargado de alimentarla.


     Cuando los huevos eclosionan serán los dos progenitores los que se encarguen de alimentarlos a todos, para lo que deben realizar numerosos vuelos, descansando sólo cuando cae la noche.


     Un día vi cuatro piquitos, como cuatro sonrisas socarronas, blancas e inmóviles, hasta que llegó uno de los adultos y aquellos picos se abrieron mostrando un color amarillo provocador. Todos tratan de sacar tajada, aunque en cada viaje sólo uno se queda la recompensa del alimento.

     Cada vez que me ponía a hacerles fotos me reprendían ordenándome que me alejara de allí. Como quería hacerles fotos lo más cercanas posible coloqué en mi cámara un teleobjetivo y me puse pegado a la pared de enfrente, que así me servía de apoyo en mi paciente espera.

     Empezamos a llevarnos mejor, entendieron que sólo trataba de verlas y que no corrían peligro, por lo que consintieron mi presencia allí. Así descubrí que en realidad eran cinco las bocas que alimentar, que los padres apenas se posan unos segundos, dan de comer a uno de sus polluelos y reanudan el vuelo enseguida.


     Por la calle de La Iglesia se las puede ver en vuelo rasante, acercándose a las rejillas del alcantarillado por donde deben rondar moscas y mosquitos que cazan al volar con la boca abierta.



     Hay personas a las que no les gustan mucho porque ensucian con sus cagadas, pero también hay quien ha sabido encontrar soluciones colocando un estante protector bajo el nido. En mi casa no he puesto repisa, sólo friego cada varios días el sitio donde caen sus deposiciones. Por cierto, que bien se ocupan de enseñar a los pequeños que las heces se expulsan del nido para mantenerlo limpio.
Fotos y texto: Javier Perals.