EL JARDÍN DE MI CASA.
Para empezar me gustaría decir que yo prefiero llamar "corral" al patio de mi casa. Y aunque no tengo un jardín propiamente dicho, me gusta cuidar árboles, arbustos y flores que ocupan parterres y macetas.
Viendo lo que se nos venía encima y teniendo el tiempo tan primaveral que teníamos, decidí irme al vivero, comprarme unas docenas de macetas de flores y traerlas a casa para, tranquilamente, preparar varios maceteros y colocarlos en el balcón.
Por un lado ocupas parte de este tiempo que debes permanecer en casa haciendo un trabajo que rompe la rutina cotidiana, que te entretiene y en mi caso que me relaja bastante.
Por otro lado disfruto poniendo flores que alegrarán mi balcón, y creo que la calle, y que es un indicativo de vida. No todo se para y esto es darle un poco de alegría que no viene nada mal en los tiempos que corren.
Con el trasplante de plantas aromáticas y con flor ocupo parte de ese tiempo que necesito de actividad física, me ayuda a concentrarme y pensar sin caer en el desánimo, desarrolla mi imaginación buscando la composición artística que las flores ofrecen y me siento satisfecho al terminar la tarea.
Además se crea un vínculo entre las plantas y yo pues a partir de ahora debo regarlas y cuidarlas para que se desarrollen, crezcan y den, si es posible, muchas más flores.
Y encima estoy colaborando a que todos tengamos un aire más puro pues todas estas plantas, en presencia de la luz del sol, producen oxígeno y absorven anhidrido carbónico.
Fotos y texto: Javier Perals.
Me gusta, siempre es bueno poner flores y colores a la vida. Un abrazo.
ResponderEliminarMe haces recordar el balcón de flores que tenía mi madre en la calle de La Sangre, y
ResponderEliminarlos huertos y campos floridos de Cadalso.
Gracias Javier
Ángel Canillo