ETAPA SAN BARTOLOMÉ DE PINARES - ÁVILA

SAN BARTOLOMÉ DE PINARES - ÁVILA

     El sábado 26 de septiembre reiniciamos nuestras etapas del Camino del Sureste con la etapa entre San Bartolomé de Pinares y Ávila.

San Bartolomé de Pinares

     Salimos de Cadalso de los Vidrios en autobús a las ocho de la mañana y aproximadamente a las nueve, tras la foto de rigor, iniciábamos nuestra marcha a las nueve de la mañana desde San Bartolomé.

Rincón de San Bartolomé de Pinares

     Grandes peñas a la salida del pueblo y unas extraordinarias vistas del valle.

     La ruta se inicia con una serie de rampas, en inicio suaves, por un camino serpenteante entre encinares y rebaños de vacas que miraban curiosas el paso de aquel colorido cortejo.

El camino se hace ganadero.

     Apenas tres kilómetros y medio más adelante cruzamos El Herradón, con su curiosa fuente en la plaza junto al puente que cruza el arroyo.

Puente Romano sobre el río Gaznata de El Herradón

     Dejamos atrás la coqueta iglesia y más adelante la ermita, donde iniciamos el camino de la Cañada, aunque al poco debemos dejarlo para afrontar la parte más dura de la etapa.

Uno de los fotógrafos de esta etapa, el mejor.

Iglesia Santa María la Mayor. Siglo XV. El Herradón

Durante la etapa este pico me resultó bastante parecido a otro que nos cae más cerca.

Por la carretera de acceso a La Cañada

Aquí empezaba lo más duro.

     La rampa inicial es muy fuerte pero lo peor es la falta de descansos hasta llegar al puerto. Este tramo nos separa y cada uno aguanta su propio ritmo como puede. 

     En la soledad del camino volvemos la mirada para disfrutar de los paisajes que se extienden frente a nosotros y a nuestras espaldas.

     Al llegar arriba debemos recuperar fuerzas y compartimos nuestras meriendas. Cuando estábamos en este fregado llegó Balta en bicicleta y se paró a hablar un ratillo con nosotros. Luego la foto de rigor junto al cartel del puerto antes de retomar la marcha por los páramos.

     Una vez superado el puerto debemos atravesar fincas donde se guarda el ganado, un cartel en inglés y en español nos recuerda que cerremos las cancelas después de pasar, por cierto curiosas cancelas.

     Desde el puerto se divisa la sierra y en los páramos el ganado ramonea sobre el agostado campo

     La marcha se hace larga hasta llegar a Tornadizos de Ávila, donde volvemos a recuperar fuerzas y algunos pueden sellar sus credenciales en el ayuntamiento. Nos invitan a quedarnos a las fiestas pero debemos seguir nuestro camino hasta Ávila donde nos espera el autobús.

Saliendo de Tornadizos de Ávila

     Nos dicen que los kilómetros a Ávila son 9 o 10, pero apenas salimos de Tornadizos tenemos Ávila a la vista. El camino es llano y más bien en bajada, pero la gravilla, el sol que se liberó de las nubes que lo rodeaban y el cansancio acumulado convierten este tramo en el más pesado de todos.

Ávila al fondo

 

     Al llegar a Ávila el cansancio es tal que no nos adentramos en la parte histórica de la ciudad, llamamos al autobús y regresamos a Cadalso de los Vidrios pasando junto al embalse del Burguillo, donde ya se han iniciado las obras del nuevo puente.

Real Monasterio de Santo Tomás. Siglo XV. Ávila

Fotos: Raquel López Moreno, Pedro Alfonso y Javier Perals.

Texto:  Javier Perals.