ETAPA DEL CAMINO DEL SURESTE ENTRE ÁVILA Y GOTARRENDURA.
Esta vez me perdí la salida, y el viaje en autobús, y los chascarrillos que se sueltan a estas horas de la mañana cuando nos ponemos de "etapa", y la animada conversación con el que me toque de compañero, y ...... Esta vez salí desde Salamanca, con mi perro Chico, para unirme al grupo en el Centro de visitantes de Ávila.
Cuando llegaba con la furgoneta a Ávila empezaba a amanecer, aparqué relativamente cerca de los Cuatro Postes y me fui rodeando la muralla hasta que encontré el punto de la foto. No me salen como a Pedro y a Richard pero como muestra creo que vale.
Seguimos bordeando las murallas por el exterior para entrar en la ciudad por la Puerta de la Catedral.
La foto no la hicimos en la puerta principal por estar en obra con andamios, así que nos la hicimos en la puerta lateral izquierda, la del norte, que se abrió y nos dio expectativas de poder sellar allí mismo las credenciales. Nuestro gozo en un pozo.
Porque el león es de piedra .... |
Llamé por teléfono a la asociación de Ávila para ver si nos podían poner los sellos, Raquel ya me había avisado que su asociación iniciaban el día anterior una peregrinación de varios días por el Camino Francés y que alguien se quedaba de guardia, pero al otro lado del teléfono sonó la voz acatarrada y casi afónica de Pedro. Aunque insistía en acercarse rechacé su buena voluntad. ¡Que te mejores!
Al pasar el río Adaja por el puente viejo (aunque no sé cual es más viejo), algunos dijeron de ir a tomar un café rápido en "el Medieval" y me comprometí a esperarlos en los cuatro postes ¡iluso de mi!, no conseguí retenerlos más de tres minutos. Al final tampoco los esperé y me quedé en un terreno entre los dos grupos.
La buena señalización del camino evita que nadie se pierda, claro si vamos pendiente de las indicaciones, porque algunos, incluido yo, parece que llevamos las orejeras (o antiojeras) del burro.
Aquí Pedro deslumbrante, suele ser el que más disfruta el camino y el que más ve. |
A poco más de cinco kilómetros Narrillos de San Leonardo (6,4 km según la excelente guía de Manuel Aliaga, Paco Serra y Pedro Serrano; aunque ellos hicieron el trazado por un camino que luego fue cortado por los propietarios), casi todos por carretera.
Aquí llevábamos tan animada conversación que varios nos salimos del camino, nos llamaron, retornamos y volvimos al camino marcado.
Poco antes de cruzar la AV-804 vimos los restos de un camino medieval empedrado y Pedro, nuestro Pedro Alfonso, sí deparó en un pequeño puente medieval medio oculto bajo el camino.
Tras cruzar la carretera anteriormente citada bordeamos lo que fue la gran escombrera de Ávila, algunos también la usaban como vertedero y a su derecha unas antiguas canteras de grava con grandes charcas daba paso a un paisaje completamente distinto.
En este punto conviene hacer notar que Ávila es la capital de provincia situada a mayor altitud sobre el nivel del mar, por encima de los 1.131 metros, que los pueblos cercanos también se sitúan a gran altitud y que los vientos azotan estos parajes en general bastante desprovistos de vegetación.
Tras acercarnos varias veces a la autovía entre Ávila y Salamanca llegamos a Cardeñosa, donde buscamos un atajo para llegar al famoso Calvario de Cardeñosa. El atajo no fue tal y alargamos el camino pero la visión del Calvario compensó el esfuerzo. Creo que algunos de los que iban por delante se lo perdieron, lo siento por ellos.
En Cardeñosa tuve la oportunidad de hablar con el señor Gregorio, que enseguida se animó en la conversación y me contó que hay más de cuarenta cruces de piedra en el pueblo, que ante las ermitas, las salidas y los cruces de caminos siempre había alguna, que los peregrinos siempre habían pasado por aquí, y algunas cosas más. Y es cierto que vimos muchas de ellas.
En el bar que paramos algunos a reponer fuerzas, bueno y algo más, había un perro de piedra y quise hacerme una foto con mi compañero de viaje.
Desde Cardeñosa iniciamos la parte más bonita del camino y que en cierto modo, al menos a Ángel y a mí, nos recuerda el camino real entre Paredes de Escalona y la carretera del Pilar, antes de llegar a Cadalso.
Por cierto que Ángel soportó muy bien la etapa, a pesar de su lesión de rodilla, con la ayuda esta vez de dos bastones.
Al llegar otra vez a los páramos diferentes tipos de ganado que si nos miraban desafiantes a nosotros no os digo como miraban a Chico, al que por precaución llevaba sujeto en estos tramos.
Al pasar por Peñalba de Alba no vimos ni un alma, mejor dicho ni un solo lugareño, pues aquí nos alcanzó Luis, un peregrino "de verdad" que hace el camino desde Alicante en cuanto puede disponer de una semana.
Más adelante también nos alcanzó Antonio, que acababa de iniciar la peregrinación del camino "Desde la cuna al sepulcro", y que en esta primera etapa coincide con la del camino de Santiago del Sureste. Este camino fue diseñado para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa y discurre por tierras de Ávila, Valladolid y Salamaca hasta llegar a Alba de Tormes, donde murió la Santa y donde está su sepulcro.
Este camino está señalizado con flechas rojas, con pequeños hitos, con letreros de "Alba" y de "Avila" y con azulejos de "Caminos Teresianos".
Aunque el camino va siempre descendiendo, la extensa llanura y las largas rectas hacían el camino interminable, a pesar de los restos de antiguas construcciones que rompían la monotonía del paisaje.
Hasta Chico creyó que aquello no tenía fin y apenas a dos kilómetros de Gotarrendura se tendió en la arena como diciendo "no doy un paso más". Traté sin éxito meterle en la mochila y al final lo cogí en brazos, animado por la vista a lo lejos del pueblo. Poco más de doscientos metros aguantó en aquella postura, pues no suele gustarle que le cojan, y el resto lo hizo ya andando por sus propias patas.
Al llegar a Gotarrendura nos esperaban en la Asociación de allí con la mesa puesta y preparada y donde nos ofrecieron unas patatas revolconas buenísimas, pollo guisado, un pastel casero elaborado por ellas mismas y un café.
Durante el almuerzo una de las mujeres nos contó muchas cosas de Gotarrendura y de su relación con Santa Teresa, muy presente en esculturas y rótulos.
Después fuimos a ver el Palomar de Santa Teresa y el Museo etnográfico. Volvimos al autobús y regreso hasta Ávila, donde nos bajamos Ángel, Chico y yo mientras que el resto seguían para Cadalso y Escalona.
Fotos: Richard Pickers, Javier Perals, Uge Baquera, Pedro Alfonso y Julián Carlos.
Texto: Javier Perals
Una buena marcha, un buen reportaje,gracias a todos los que han contribuido a pasar este día.
ResponderEliminarÁngel Sánchez
Buen reportaje Javier...
ResponderEliminarGracias a los dos, para mí fue un placer compartir la jornada con vosotros. Gracias también en nombre de Chico por todas las atenciones que le prestasteis.
ResponderEliminarJavier.