ESPECTÁCULO DE LA NATURALEZA.
Gran parte de la zona suroeste de Madrid, lo que conocemos como Sierra Oeste, está considerada como una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).
En muchas zonas arboladas, alejadas de poblaciones y zonas residenciales, anidan una enorme variedad de aves y entre ellas las aves rapaces. El águila real y el águila imperial están bien representadas en esta zona, a pesar de encontrarse, al menos la segunda especie, en peligro de extinción por el descenso de población ocurrido hace unos años.
Junto a ellas el milano real, muy extendido en la península, el buitre leonado y el buitre negro forman poblaciones estables en el entorno del suroeste de Madrid.
Cuando volvía de San Martín de Valdeiglesias hoy (viernes 19 de enero), donde había ido a llevar los decorados para la actuación teatral de mañana, nada más dejar la carretera de Plasencia, en el kilómetro uno de la carretera M-542, algo me llama la atención en el interior de una finca donde suelen pastar caballos y burros.
Detengo la furgoneta en el primer espacio que encuentro y al fijarme bien veo en el suelo una bandada de unos 30 o 40 buitres. Llevaba la cámara pequeña y hago algunas fotos pero pienso que la ocasión merece la pena y decido ir a casa a por la otra cámara y volver lo antes posible.
Cuando regreso con cámara y trípode el grupo ha disminuido aunque llegué a contar más de 20 ejemplares. En torno a un caballo blanco que yacía en el suelo, guardando la prioridad que la jerarquía establece, una serie de buitres leonados y creo que dos buitres negros, daban cuenta del animal fallecido.
Me fijé también en las caballerías que permanecían en la finca y que se quedaban mirando el tumulto que en torno al infortunado animal formaban los buitres.
Algunos buitres esperaban su turno pacientemente mientras que algunas urracas hacían vuelos rápidos a las inmediaciones del animal seguramente para robar algún despojo. Más de media hora estuve allí haciendo fotos, todas muy parecidas, y allí hubiera seguido si mis obligaciones no me hubieran hecho volver a la realidad.
Disfrutar de la Naturaleza que nos rodea es, en cierto modo, una obligación para los que tenemos la oportunidad de disfrutarla todos los días.
Fotos y texto: Javier Perals.
Buen reportaje Javier, me viene al recuerdo cuando en el pueblo estaba lleno
ResponderEliminarde animales que ayudaban a las labores del campo, y muertos eran llevados por debajo de la lancha Es Varosa, en la carretera de Madrid y eran comidos por los
buitres. Estos se llevaban a rastras por otras caballerías desde sus cuadras.
Ángel Sánchez
Menudo festín se están dando. Gran suerte la tuya encontrarte con este espectáculo de la naturaleza. La próxima vez avisa y me voy para allá.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades por el reportaje.
Gracias a los dos por vuestros comentarios. La verdad es que me puse un poco nerviosos y no sabía bien que hacer, cuando emprendieron el vuelo algunos que ya habían reposado la comida creí que me habían visto. Lástima no haber tenido un zoom de más potencia.
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