PATROCINADORES 2023-1

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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2023-2

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MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.

sábado, 25 de abril de 2020

RELATO FINALISTA EN EL PRIMER CONCURSO LITERARIO DE LA AACSCV

RELATO FINALISTA DEL PRIMER CONCURSO LITERARIO DE RELATO CORTO
ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN
CADALSO DE LOS VIDRIOS.

Hasta el final del Camino            Gabriel Gallego Narbón

     Tomando la palabra como era costumbre, Amanda alzó la mano sobre la hoguera; animando a sus dos saciados amigos a seguir sus pasos.  Mirándose sucesivamente unos a otros, no retiraron sus manos hasta repetir la promesa al unísono: “Siempre estaremos juntos”. Segundos después de aquello, una corriente fría apagó las últimas llamas de la lumbre y levantó las cenizas entre las alas de los autillos.

     Diez calendarios han sido reciclados desde entonces; habiendo tachado no solo los días de primavera, sino aquellos sueños sin cumplir. ¿Ismael, Tadeo? Una familia desestructurada, un empleo sin vocación, y una cama fría por las noches eran motivos suficientes para haber olvidado a sus amigos de juventud.

     Atravesando el solar en dirección a casa, la neurosis del trabajo pasó a un segundo plano. Las farolas ubicadas en los laterales, apagándose ordenadamente en una corriente fría, dejaron sumida a Amanda en la más profunda oscuridad. Siguiendo el mismo patrón, sustituyeron sus bombillas por una llama incandescente y creciente al avance de sus pasos.

     Cruzando el portal, apoyado en la contraventana exterior, un autillo sostenía un folleto calcinado donde se leía con dificultad…Santiago, ¿Te lo vas a perder”? El fuego, las cenizas, la brisa fría, el pájaro…todos los recuerdos de aquella noche asaltaron su mente.

     Amanda, católica de etiqueta, consideró todo aquello una intercesión del apóstol para encontrar a sus viejos amigos. Mochila a cuestas y bastón en mano, renunciaría a todo, pues a veces es necesario derribar las bases de nuestra vida y edificar nuevos cimientos.  ¿Enero? Quizás si fuera el mes de los comienzos.

     Saco de dormir, cantimplora, zapatillas de senderismo, gorra con visera y gorro, linterna, funda de almohada y credenciales. Todo estaba listo para iniciar el camino de 292Km  hasta Sahagún, donde el camino francés continuaría hasta la ciudad del apóstol. Caminando hasta Tres Cantos el primer día, terminaría el trazado madrileño en diez días, concluyendo desde Santervás de Campos a la localidad leonesa.

     Los dos primeros días trascurrieron sin complicaciones salvo el cansancio de pies fruto de una crónica anunciada. La Comunidad de Madrid ya quedaba atrás, y con ella la hospitalidad de la capital en el alojo a los peregrinos. El Puerto de la Fuenfría daba por finalizado el avance en la provincia, restando 8 kilómetros para honrar a San Frutos y a la Virgen de la Fuencisla en Segovia.


     La noche cerrada indicaba que lo más propicio sería descansar, pues la única linterna de equipaje había cesado su servicio en el momento de mayor necesidad. Desafortunadamente, no existía más recurso que la Estrella Polar y continuar la travesía a ciegas. Siendo el puerto de montaña un emplazamiento aislado y rodeado de fauna salvaje, la opción más segura entre dos insensateces era proseguir la marcha.

     Un haz de luz desde el horizonte se acercó brincando hasta sus pies. En un último movimiento, enfocó a unos brillantes ojos verdes que jamás podría olvidar. ¡Los de su amigo Ismael perdido en la montaña! Tras un profundo abrazo alargaron la marcha hasta la ciudad del  acueducto, donde encontraron reposo y calor en sus palabras. El paso del tiempo, la madurez obligada, los anhelos frustrados...la vida hostigadora arrastraba en sus corrientes a ambos a la deriva.

     Descansados y con las provisiones necesarias, continuaron unidos su viaje a través de los distintos pueblos; prometiendo no superar la cifra diaria de 30 kilómetros para evitar lesiones. Valseca, Añe, Coca, Villeguillo…pueblos mayores y menores; como las etapas de una amistad. El avance por tierras segovianas fortaleció los lazos, estando ambos satisfechos de llamarse mejores amigos antes de haber alcanzado tierras pucelanas.

     Alcanzado Alcazarén, ambos amigos decidieron acampar en la iglesia de San Pedro a pasar la noche. Entre conversaciones perennes y las fuerzas ya caducas, pidieron a Santiago apóstol y a la Virgen de la Vega encontrar a Tadeo, el más pequeño y débil del grupo; el hermano menor que la vida no los dio, pero el destino los concedió.
Iglesia de San Pedro de Alcazarén. Foto Arteguías.
     Valdestillas, Simancas, Ciguñuela, Medina de Rioseco…cada pueblo atravesado los situaba más cerca de Sahagún y el camino francés.  Una nueva parada en Berrueces, fue fuente de alegría en los paisanos; pues idearon que no estaban de paso y la localidad aumentaría el centenar de habitantes.
Berrueces
     Visitando la iglesia de San Pedro recordaron las tres veces que el discípulo negó a Jesús antes de que cantara el gallo. ¿No habían hecho acaso ellos tres los mismo al no cuidar su amistad?  El viaje estaba suponiendo un manantial de descubrimiento, una verdad tras otra, difíciles  de asumir entre lágrimas.

     Tras repetidas contracturas  y con las suelas desgastadas, alcanzaron Sahagún; punto de encuentro con el camino francés. Menudo y con unos enormes ojos castaños, un camarero depositaría las brochetas frente a Amanda e Ismael. Aquello hubiera sido posible sino permaneciera paralizado ante las miradas familiares de sus amigos, quienes terminaron fundiéndose  en un interminable abrazo.
Foto aérea de la iglesia de San Tirso en Sahagún (León). Foto Artehistoria.
       Con barbacoa  pero sin lumbre, prometerían continuar juntos no solo hasta Santiago para agradecer al santo, sino hasta el final de sus caminos. El menor con la ayuda de una servilleta y una pluma anotó sus nombres ordenadamente en el papel. AMANDA, ISMAEL, TADEO…comprendiendo que la unión de sus nombres era una señal. Juntos todos ellos daban un sentido a su existencia y al verdadero significado de AMISTAD.
 

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias por el escrito, me hace recordar cuando hice el Camino.
    Ángel Sánchez

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  3. Hola Gabriel, perdona que no te informara de la publicación de tu relato. Espero que las imágenes insertadas en el texto sean de tu agrado. Muchas gracias por tu participación y por tu relato.
    Javier.

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