CAMINO DEL SURESTE. ETAPA VILLAVIEJA DEL CERRO MOTA DEL MARQUÉS.
El domingo 29 amanecimos en Tordesillas con seis grados de temperatura, una niebla que envolvía al Duero y una hora más de sueño por el cambio de hora.
Puntualmente, a las ocho, como habíamos quedado, llevamos las mochilas a los coches y nos fuimos a una de las pocas cafeterías que abrían ese día a las ocho de la mañana.
El panadero en la plaza de Tordesillas. |
Nos desplazamos en los dos coches hasta Villavieja del Cerro y dejamos allí uno de ellos, con el otro nos iría a buscar Ángel Luis al terminar la etapa.
En Villavieja nos esperaba la alcaldesa, a la que dimos un plantón de una hora, aunque muy orgullosa nos enseñó el interior de la monumental iglesia de su pueblo, y nos contó algunas cosas de sus imágenes.
Cuando emprendimos el camino aún hacia frío, pero dejamos de notarlo según salíamos del pueblo porque el camino se inclinaba cada vez más y nos exigía mayor esfuerzo. El terreno calizo estaba excesivamente seco y algún tractor preparaba las tierras cercanas porque ya se anunciaban lluvias para la semana siguiente.
Tras aquella subida pronunciada no había una meseta o una nueva llanura; a aquella subida le seguía una fuerte bajada, que se haría tan dura como la cuesta de subida si hiciéramos el camino a la inversa.
Bajando la cuesta empezamos a divisar el siguiente pueblo, Bercero, con una rica zona plantada de remolacha que recogían unos modernos tractores..
Bercero cuenta con una preciosa escuela, con casas tradicionales encaladas (a mí me justa decir enjalbegadas), con una magnífica iglesia, con una ermita dedicada al Cristo del Humilladero y con un formidable caño o pilón. Había pocos habitantes pero todos nos saludaban con alegría y respeto.
A pesar de movernos por una llanura el camino serpenteaba y de vez en cuando algún valiente se atrevía a "trochar". El camino se acerca a la carretera de La Coruña y nos mantendremos bastante tiempo en sus inmediaciones.
El siguiente pueblo Vega de Valdetronco, del que en cierta ocasión vi unas fotos de su antigua ermita convertida en cementerio, quedaba a la izquierda del Camino y no dudé en desviarme mientras los demás se adentraban en el pueblo.
Tras hacer varias fotos de la ermita-cementerio y de otras curiosidades encontré a mis compañeras y compañeros reponiendo fuerzas junto a una fuente cerca de la Iglesia.
Compartimos bocata, agua y frutas y seguimos nuestro camino. Raquel hizo una foto del cauce seco del río mientras yo me dejaba fotografiar haciendo el ganso con la D de Delibes.
El calor empezaba a hacer estragos, los caminos seguían serpenteando en una llanura reseca hasta poco antes de llegar a Mota que hay que ascender otra buena cuesta. Unos árboles en la cumbre de la cuesta nos dan sombra y cobijo para descansar un rato.
Llegada a Mota del Marqués donde son muy visibles su iglesia, su castillo o torre (no confundir con el Castillo de La Mota), su ermita a media montaña y su monasterio.
Foto en el cartel y a comer y descansar un rato antes de iniciar la visita por la tarde al monasterio y a la iglesia.
El interior de la iglesia grandioso y la colección de imágenes extraordinaria.
Concluida la visita tomamos los coches y de vuelta para Cadalso, por una carretera de La Coruña con una enorme densidad de tráfico, suerte que después de Arévalo nos desviamos para Ávila y vinimos más tranquilos. En la gasolinera reparto de botellas y las últimas fotos. Cansados pero satisfechos.
Fotos de Felipe Fermosel, Raquel López Moreno, Eugenio Baquera y Javier Perals.
Texto: Javier Perals.
Bonita etapa y grandes peregrinos. Buen Camino a todos.
ResponderEliminarPedro Zorro Corredero
Que buen reportaje Javier. Y que enorme fin de semana de camino y sobre todo de buen ambiente y genial compañía. La organización perfecta...
ResponderEliminarGracias a todos
Que buen Camino y que grandes Peregrinos.
ResponderEliminarÁngel Sánchez