EL BOSQUE NEGRO.
Sentimientos encontrados al caminar por las tierras de Cadalso. Caminos que muestran la belleza de la Naturaleza y la destrucción de la misma. Caminos a ninguna parte de desolación y tristeza.
A punto de cumplirse un año del inicio de aquel maldito incendio que desde las tierras de Almorox y empujado por fuertes y cambiantes vientos llegó hasta el término de Cadalso de los Vidrios y traspasándolo de parte a parte afectó también a Cenicientos y en menor medida a Rozas de Puerto Real.
Herida ulcerada en la superficie de un término que produce desgarros y sangrías en su cubierta vegetal, asolando numerosas especies que forman nuestro rico patrimonio natural, pero también esperanzas, proyectos y corazones rotos.
Aquella misma tarde del día 28 y su prolongación durante la noche, el humo ahogaba ilusiones y la respiración de los que la habíamos perdido ante una desolación cabalgante, que no se detenía ante ningún obstáculo y que revivía destructora a su paso por veredas y matorrales.
Los elementos confabuladores de la desgracia se habían unido en un interés común de destrucción. El viento marcando el ritmo y la dirección del fuego devastador. El clima cansado de avisarnos se vengaba de nuestra inacción y del mal trato recibido. La sequedad del ambiente propiciada por las altas temperaturas y largos periodos de sequía. El abandono de campos y haciendas por propietarios que se hacen muy mayores y que no encuentran ni herederos ni arrendados para mantenerlos limpios y productivos. La tardanza de servicios eficaces contra incendios que se vieron superados por la magnitud del desastre y que no contaron con la suficiente ayuda por encontrarse muchos medios en el incendio coincidente que circundaba la ciudad de Toledo.
Acaso, no sé, contribuyó también una dirección equivocada de los recursos y del plan de ataque, aunque sí oí, ante la impotencia operativa de los medios desplegados, algunas quejas de los bomberos participantes sobre la falta de atención a los recursos que venían demandando desde hacía tiempo y a como los recortes presupuestarios se hacían patentes en esos momentos.
Tras varios días, muchos a mi parecer, entre once y catorce, el fuego se da por extinguido y el humo se disipa, pero no la marca negra alquitranada que a jalones ha dejado sobre el territorio, como una piel macerada cubierta de póstulas de peste negra.
Ha pasado casi un año y la destrucción se hace patente aún en gran parte del término. Se ven toscos cortafuegos hechos con prisa, zonas arrasadas, zonas donde aún se acumulan restos que deberían haber sido retirados en previsión de una reiteración de los hechos, bosques talados, bosques negros sin talar, campos nuevamente abandonados cubiertos de maleza seca, zonas áridas sin repoblar y muchas promesas de inversiones que no se hacen patentes en el paisaje.
Y los ciudadanos de Cadalso seguimos sin conocer el Plan Especial de Actuación Municipal ante Emergencias por Incendios Forestales (PAMIF). Decreto 59/2017 de 6 de junio que prevé su elaboración en el plazo de dos años desde la publicación del Decreto.
https://www.youtube.com/watch?v=-S7MIAkzHB0&feature=youtu.be&fbclid=IwAR0ha1YBdFVrPMEZ0rZtkRGAHYNSt8OSSkNHDANGibwtFkx4W9u3WOG15Mk
Video compartido sobre el incendio.
Fotos y texto: Javier Perals.
Video compartido sobre el incendio.
Fotos y texto: Javier Perals.
Gracias a los que han realizado "Bajo el fuego (Cadalso 2019) y a ti Javier por las fotos y texto.
ResponderEliminarA mi esto me hace pensar que se podría hacer con el campo de Cadalso, para que esto no vuelva a ocurrir.
Ángel Canillo