JUSTICIA Y CAMINO DE SANTIAGO.
En las relaciones entre las personas se producen a menudo desencuentros o formas dispares de entender las cosas. La forma en que solucionemos estos "conflictos" nos puede preparar para afrontar los que vengan detrás o nos condenarán, a veces con una etiqueta, a un cierto aislamiento.
La resolución de conflictos es un tema que cada vez se trata más en la escuela, en los institutos y hasta en las empresas. La actitud que los contendientes ponen para resolver esos conflictos es fundamental para que se resuelva de forma, lo más favorable posible, para ambas partes.
En muchos casos el castigo o pena que se impone no sirve ni para un cambio de actitud en la parte agraviante ni para resarcir a la parte agraviada. Por eso, al menos en la escuela, es necesario escuchar a ambas partes, ver los puntos de desacuerdo y poner el acento en los puntos de acuerdo, y pactar o negociar la resolución a tomar.
Las sanciones o penas impuestas por la justicia en las que hay que compensar económicamente a la parte demandante no son efectivas muchas veces porque nunca se hace efectiva la cantidad pactada, bien por ser una cantidad tan pequeña que no merece la pena perder más tiempo con las reclamaciones, o bien por la insolvencia declarada cuando son cantidades mayores.
Cada vez hay más jueces que imponen sentencias con prestación de servicios a la sociedad lo que pone al infractor ante nuevas realidades que muchas veces desconoce.
En las Palmas de Gran Canaria la jueza Reyes Martel, magistrada del Juzgado de Menores nº 1, condenó a 19 menores a realizar el Camino de Santiago Canario para evitar ser enviados a un centro de internamiento.
La experiencia, y cumplimiento de la sentencia, fue valorada tan positivamente que se ha repetido en 2018 y posiblemente se repita en años sucesivos. La intención es ofrecer una "ayuda integral" que permita a los menores con problemas de conducta, o en riesgo de exclusión social, integrarse de pleno en la sociedad.
Reyes Martel lanza este aviso: "Tenemos que tener tiempo para nuestros hijos. Hay que poner límite a nuestras agendas de forma radical. Si los padres pasáramos más tiempo con nuestros hijos, seguramente yo tendría menos trabajo".
Información del periódico Alfa Omega de 18 de enero de 2018.
Texto: Javier Perals.
Totalmente de acuerdo en invertir tiempo en nuestros hijos, a mí me a dado buen resultado.
ResponderEliminarÁngel Sánchez (Canillo)