ARREGLO Y SEÑALIZACIÓN DEL CAMINO DE SANTIAGO DEL SURESTE ENTRE CADALSO DE LOS VIDRIOS Y LA PROVINCIA DE ÁVILA.
Todos los años dedicamos alguna jornada de trabajo al mantenimiento y limpieza del Camino de Santiago del Sureste entre las localidades de Paredes de Escalona y Cadalso (directamente o pasando por Cenicientos) y desde Cadalso hasta los Toros de Guisando, en lo que consideramos nuestro ámbito de actuación.
El martes 12 de junio estábamos disponibles Ángel Sánchez "Canillo", Eloy del Pozo y el que escribe esta entrada. Por paseos recientes habíamos visto que en el trayecto entre Cadalso de los Vidrios y los Toros de Guisando la señalética del Camino había sufrido algunas agresiones, además se había sacado el Camino de la Urbanización El Mirador pero no se había puesto ninguna señal, por lo que decidimos hacer ese tramo.
Eloy y Ángel madrugaron para venirse en autobús desde Madrid, mientras Javier preparaba en la furgoneta los materiales necesarios: herramientas, señales, arena, cemento, agua y pintura.
Nos juntamos en Betania y desde allí nos fuimos hasta el Camino de San Antón. Mientras Ángel y Eloy bajaban andando por el camino para renovar las flechas con pintura Javier bajó a la entrada del Mirador para colocar allí una señal nueva.
Limpiamos un poco el camino abierto este mismo año por el Ayuntamiento y vimos la necesidad de echar grava o zahorra para impedir que vuelva a cerrarse.
Al acabar este camino se hizo una rampa y se colocó un tubo para salvar el desagüe de la carretera, pero las intensas lluvias habían descarnado este paso. Colocamos piedras gruesas, luego otras más pequeñas y se cubrió con grava y arena.
En el punto donde se inicia el camino de Casa Tablas colocamos otra señal metálica y pintamos en el quitamiedos la flecha del itinerario en BICI y la flecha del itinerario recomendado cuando se hace a PIE. Este camino alarga la etapa en unos dos kilómetros, pero aparta al peregrino del peligro de la carretera. Una carretera estrecha y sin arcén que es bastante transitada.
Nuestro siguiente punto de revisión era a la salida de la urbanización El Mirador, junto a la depuradora, donde estaba intacta la señal que días antes había colocado Eloy.
Desde aquí nos fuimos hasta el punto donde se cruza el arroyo Boquerón, donde una de las señales había desaparecido. Estaba en el arroyo, la sacamos y la volvimos a colocar.
En el siguiente cruce de caminos volvemos a observar que han hecho desaparecer una de las piedras colocadas. La buscamos por los alrededores pero no la encontramos, en cambio vimos otra que habia desaparecido tiempo atrás y que estaba oculta en la maleza. La llevamos hasta el camino, hicimos un agujero para asentarla y una vez colocada se pintó la flecha amarilla.
El siguiente cruce de caminos es donde se inicia la Vía Pecuaria, otro lugar que sufre frecuentes sabotajes. El camino estaba tapado y sin embargo nos llevamos una alegría verlo así. Han descargado en esta vía dos camiones de grava, creemos que con la intención de pasar una maquina para extenderla a lo largo del camino. Aunque la grava es incomoda para andar afianza el terreno y evita en gran parte la formación de charcos.
Nuevamente Ángel y Eloy siguen por el camino del Sureste mientras con la furgoneta busco otro camino de enlace. Nuevos montones de grava y zonas encharcadas que quedarán arregladas al extender la grava.
Este camino desemboca en la vía verde, antiguo trazado de la vía del tren que iba a llegar hasta Plasencia, y que también sufría numerosos ataques en las señales que colocábamos. Las señales se mantienen en pie y sólo hay que aplicar pintura.
El trayecto por esta vía hasta la carretera M-501 es, a pesar de los numerosos charcos que debemos atravesar, muy placentero y a la animada conversación que llevábamos se unen ahora algunos cánticos. Llegamos al cruce con la M-501 y mientras Ángel y Eloy preparan el asiento para colocar una nueva señal en piedra repinto las flechas del suelo a uno y otro lado de la carretera y en las señales que colocamos ya hace tiempo.
En general hemos encontrado el camino mejor de lo que esperábamos, Angel y Eloy vuelven por la carretera andando para repintar flechas mientras yo vos a San Martin a por unas maderas que tengo encargadas. Al regreso debo recogerlos junto a la rotonda de la carretera que lleva a Cadalso. Luego decidimos irnos a comer junto a la Cruz de la Torrecilla y disfrutar de sus paisajes; pero esta es otra historia que os contaré otro día.
Fotos: Ángel Sánchez y Javier Perals.
Texto: Javier Perals.
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