Una gran cabeza de Goya vela porque todo en la exposición esté en su sitio. "Goya y los desnudos, así ha titulado el escultor y ceramista Pedro González esta exposición que se inaugura el sábado 21 de marzo en la Casa de los Salvajes.
La exposición la constituyen algo más de treinta figuras humanas, cuatro en bronce y las demás en cerámica, que recorren todo el trabajo desarrollado a lo largo de muchos años de este genial artista.
La figura humana como medida de las cosas, así describió el gran Leonardo los modelos del cuerpo en relación a muchos de los objetos que nos rodean, modelos matemáticos, de la arquitectura, la escultura y el arte en general.
Todo buen artista que se precie desarrollará estudios sobre anatomía humana para plasmar en sus obras la figura del hombre y de la mujer de su época.
Esta exposición constituye también un tratado de anatomía humana, pero más que pararme en la desnudez de los cuerpos, en lo que enseñan y en lo que ocultan, en el realismo de los miembros, de los torsos, del cabello, ... más que en eso, quiero pararme en lo que trasmiten.
Un cuerpo es un cuerpo, y su desnudez puede transmitir frescura, esperanza, sensualidad, hastío, reflexión, ... ternura.
No me avergonzaba a mí la desnudez de las esculturas ni la de los modelos en las que se basaron cuando acercaba el objetivo de mi cámara a cada una de ellas. Por dentro sentía la ternura de cuerpos frágiles, desposeidos de arrogancia y de agresividad, ..., desnudos.
Incluso los cuerpos en los que el artista ensaya el cubismo como forma de expresión y que muestra aristas y lados donde la piel del cuerpo aparece aterciopelada.
La mujer, el cuerpo de la mujer, no sólo como icono de belleza y de perfección de formas, que en algunos casos también. Sino como expresión de sus sentimientos, de su forma de concebir la vida, de su feminidad y de su lucha.
El cuerpo del hombre, más que como expresión de su masculinidad, que en algún caso también; como expresión de su fragilidad, de su desnudez, de sentirse mirado con un cierto rubor, el hombre descompuesto entre su yo sentimental y su yo viril.
¡Qué cantidad de sensaciones! ¡Qué humanidad hay en estas obras!
Javier Perals.
Igual que otras veces Pedro nos deslumbra con su arte, sus obras albergan la magia que brota de sus manos, pero también notamos esa intimidad que nos trasmite a través de su sencillez, sus sueños y el pensamiento de un artista que crea por vocación, sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarEnhorabuena Pedro por ofrecernos tus secretos, esos que eres capaz de plasmar en cada una de tus obras.
Un abrazo.
Pedro Zorro Corredero
Gracias también a ti por no dejar pasar ni una ocasión para comentar este blog y para dedicar unas acertadas palabras a quien también lleva el nombre de Cadalso por donde va.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos Pedros, artistas los dos.
Javier.