TIEMPO DE FRÍO.
Con la llegada del otoño disminuyen las horas de sol sobre nuestro hemisferio y aumentan los días de frío que se intensifican con la llegada del invierno.
Llevamos ya bastantes años en que los inviernos no parecen tan invierno y los veranos traen muchos días de exceso de calor, lo que se viene denominando "calentamiento global", aunque eso no quita que los días de frío y de tormentas puedan ser tan extremos como los de hace años.
Cuando el lunes 4 de enero voy a coger mi furgoneta para volverme a Cadalso desde Salamanca, me encuentro sobre el parabrisas unos cristales de hielo que llamaron mi atención. Llevábamos varios días con temperaturas muy bajas, la máxima no subía de 6 grados y la mínima llegaba hasta seis y ocho grados bajo cero.
Varios días al sacar al perro por la mañana, en torno a las diez para que ya estuviera el sol un poco alto, la temperatura estaba en dos grados negativos, pero a causa de una suave brisa la sensación térmica era de cinco grados bajo cero.
Cuando venía por la autovía entre Salamanca y Ávila veo la sierra oeste de Madrid, desde el lado segoviano, cubierta de nieve y no pude evitar la tentación de parar para hacer unas fotos.
La nieve, desde lejos, muestra su lado agradable y esperanzador: la acumulación de nieve supone una filtración lenta del agua que contiene y por tanto una reposición de los acuíferos, de los pozos y de las fuentes.
Aunque debemos tener cuidado con el precioso elemento blanco cuando lo que queremos es ir a divertirnos paseando o jugando sobre ella, pues si no vamos debidamente preparados, la mañana, o la tarde de diversión y esparcimiento, puede convertirse en un día de suplicio. Eso está pasando en la sierra de Madrid con numerosas personas que quieren acercarse a la nieve sin ir debidamente equipados.
Sin contar con los posibles y repentinos cambios de tiempo que suelen darse en zonas montañosas y que pueden provocar ventiscas, tormentas o bancos de niebla intensos; la aglomeración de personas que se desplazan en sus propios vehículos pueden provocar atascos y embotellamientos que alargan los tiempos de desplazamiento y dificultan la posibilidad de escapar de unas inclemencias demasiado adversas para las que no se va lo suficientemente equipado.
Tengo varios amigos que suelen visitar la montaña, o la sierra, todas las semanas, y aunque a veces siento una sana envidia porque me gustaría ir con ellos, creo que lo primero que tendría que hacer es equiparme para llevar la suficiente ropa de abrigo y el equipo necesario para las dificultades que se pueden encontrar.
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https://zorrocorredero.blogspot.com/2020/05/el-poder-de-los-recuerdos-joaquin-que.html
Fotos: Pedro Alfonso, Ángel García y Javier Perals.
Texto: Javier Perals.