BETANIA ANTES DE SEMANA SANTA.
Cada vez resulta más gratificante ir a Betania para ver cómo se van terminando detalles.
Todavía queda mucho por pintar: más de la mitad del pasillo, la cocina, los dos aseos y el salón pero se han pintado tramos donde tienen que ir colocados muebles.
La cocina hoy ha quedado terminada, a falta de la pintura, con la limpieza de sillas y el barnizado del mueble donde irán manteles y paños de cocina.
También se han colocado las mesillas y el escritorio del dormitorio Fisterra y a falta de poner colchas o edredones sobre las camas, y pintar la viga de hierro, también se podría dar por terminado.
En los aseos hay que repasar todavía una ducha, pero ya se han colocado las escobillas y los portarrollos y todas las puertas de los inodoros tienen cerrojos. Se está estudiando la posibilidad de poner en estos espacios unos detectores de movimiento para evitar que las luces puedan quedar encendidas.
En el pasillo debemos poner además dos luces de emergencia para la salida por el patio. Comentar aquí que buscando el ahorro en el mantenimiento se están poniendo en todos los puntos de luz lámparas led.
El salón también queremos pintarlo y dejarlo lo más limpio posible, pues hasta ahora era nuestro lugar de trabajo.
Esperamos que en estos días se le pueda dar un empujón a la fachada y se puedan colocar los vierteaguas en piedra de las dos ventanas.
Aquel sueño que tuvimos hace tres años se está haciendo realidad. Ayer recibimos a través de Facebook la primera opinión de un peregrino, miembro de una asociación, que decía que era, a la vista de las fotos de la entrada anterior, un albergue "cinco estrellas". No aspiramos a tanto, sólo a que el Hogar Betania pueda ser usado por jóvenes de la parroquia y el albergue parroquial acoja peregrinos del Camino de Santiago.
Fotos y texto: Javier Perals.
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