LA FUENTE DE LOS ÁLAMOS

LA FUENTE DE LOS ÁLAMOS

     Entre los monumentos que constituyen el patrimonio histórico artístico de Cadalso de los Vidrios se encuentra la fuente de los Álamos.

     Es uno de los monumentos que me gusta mostrar a los amigos y visitantes que vienen a Cadalso, generalmente atraídos por el Palacio de los Duques de Villena, situado tan próximo, que junto con las ruinas del Yacimiento de la Mezquita y el estanque de palacio, forman un recorrido de obligado cumplimiento.

     La fuente es un manantial que brota del suelo, un pozo dicen algunos, y llena una amplia pila en forma de estanque sobre la que se alzó una bóveda con tres arcos góticos y nervaduras, apoyada en un muro en el lado sur y en dos vigorosas columnas.

     Pocas referencias históricas de esta fuente, cuya pila podría datar de la época de ocupación musulmana, cubierta posteriormente, tal vez hacia el siglo XIII, con la citada bóveda de crucería gótica.

     Don Antonio Box, en su libro de Cadalso de los Vidrios, nos dice que: "la fuente de los Álamos tiene un perímetro de protección muy bueno siendo la mejor del pueblo para la bebida. Su antigua construcción medievalgótica de piedra es bellísima, parecida a la de Moguer en Huelva ..."

     Ángel Sánchez "Canillo" escribe en su libro "Cadahalso":  "Situada frente a la entrada principal de Palacio, construida en granito, tiene una planta rectangular, con una bóveda de nervios a modo de templete o pórtico gótico y un techo a cuatro aguas... haciendo cuatro canales en sus esquinas, ...

     Es un antiguo manantial en roca viva de tres metros de profundidad por uno de ancho, que forma un pozo encasetonado de piedra de estilo ojival. En épocas pasadas se ahogaron en ella algunas cadalseñas ya que al coger el agua se caían en él y no podían salir por no saber nadar.

      De abundantes, frescas y ricas aguas potables que durante siglos han surtido al pueblo, ya que se limpiaba todos los años por Santiago, todavía se puede ver el desgaste que tiene la piedra de subir los cántaros llenos de agua. Su manantial se vertía en una hondonada con catorce escalones de grandes bloques de piedras. Llegábamos a tomar el agua que salía por sus dos grifos, utilizando para bajar una barandilla de hierro antiquísima.

     Lugar donde se corrían los gallos, donde se hacía el Redondón, donde se esperaba el regreso de los que iban a la fiesta de Cenicientos, lugar de encuentro de pequeños y mayores, arropados por la sombra de los álamos centenarios, para ver pasar a las bonitas cadalseñas con su cántaro o botijo".

Ángel Sánchez Moreno, de su libro "Cadahalso".

     Algunas de las fotos han sido levemente modificadas para suprimir bolsas, botellas y latas que tanta vergüenza me dan cuando enseño la fuente a amigos o visitantes y pienso si las personas que deslucen y afean así su propio patrimonio sentirán realmente cariño por este bello municipio que es Cadalso.

Javier Perals.