Termina el mes de Octubre y Cadalso empieza a pintarse de
otoño.
En el valle del Tórtolas las hojas amarillas de los árboles
de ribera se mezclan con las hojas verdes, aún no han aparecido los tonos
pardos que otros años, para estas fechas, dominan el paisaje.
Las viñas se van vistiendo de rojo y aparecen dispersas
muchas pinceladas naranjas en pequeños árboles y arbustos.
Es de mañana y el rocío ha dejado un brillo especial en la
vegetación.
Las trazas de niebla que aún permanecen dan al paisaje un aspecto
mágico, irreal, como de sueño.
Mis preocupaciones parecen esconderse por un momento y
empiezo a disfrutar este milagro que la naturaleza nos ofrece.
Todo empieza a ser brillante y luminoso …, o acaso me
engañan mis ojos vidriosos.
Javier Perals, sábado 29 de octubre de 2016.
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