CERRO DE CASILLAS Y POZO DE LA NIEVE.
El sábado 7 de junio, como estaba previsto, realizamos la marcha ascensión al Cerro de Casillas, llegando luego al pozo de nieve y regresando al puerto de Casillas bordeando el cerro.
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Señalización del Pozo de Las Nieves |
A las 8 de la mañana la gente acudió, bastante puntual, a la plaza del Hogar del Jubilado, en un total de 22 personas, 6 amigos de la asociación de Escalona y 16 amigos o simpatizantes de la Asociación del Camino de Santiago de Cadalso. (No dispongo de esta foto, pero la pondré en otra ocasión).
Tras hacernos la foto de salida nos distribuimos en los coches que habíamos acercado hasta allí y nos dirigimos a Casillas para recoger a Salvador (Salvón) y su hijo mayor. Después nos dirigimos en coche hasta Las Erillas, donde nos encontramos con otros caminantes que tenían preparada una actividad de paseo o carrera ascendiendo. Aquí nos hicimos una foto con Lucero, un caballo blanco pinteado elegido como mascota para esta ocasión.
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El grupo, a falta de Pedro y Richard, con Lucero. |
Iniciamos desde las Erillas la ascensión al puerto de Casillas tras nuestro flamante y experto guía Pedro Alfonso, mundialmente conocido como Zorro Corredero; pero como Pedro es así, se puso a hablar con un lugareño de edad (donde radica la experiencia) para informarse cómo venían las castañas este año. Y pronto se unió a los que íbamos en la cola.
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¿Qué, cómo vienen las castañas este año? |
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Los de adelante tiran y los que nos gusta más saborear algunas cosas nos quedamos detrás. |
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El castañar en toda su belleza. |
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Encuentro del caminante con la naturaleza. |
En este ascenso se veía perfectamente delimitado el espacio ocupado por el castañar y el que es ocupado por el pinar, con algunos rincones de extraordinaria belleza. La parte asfaltada terminaba en este punto.
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Aquí terminaba el castañar y empezaba el pinar. No perderse la foto de Pedro en el zorrocorredero. |
El día estaba nuboso y aunque en el ascenso al puerto no notamos la presencia de viento después sí se hizo notar en la subida al cerro.
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El camino viejo de Casillas |
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Recuperando fuerzas en la fuente. |
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Las conversaciones entre Salvón y Perico levantaron expectación. |
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Bebiendo en la fuente antes de continuar el camino. |
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El camino viejo ... |
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y su singular belleza. |
El sol apareció en el momento justo para que no fuera una jornada demasiado calurosa, aunque arriba, en el cerro, el viento resultaba frío y algunos tuvimos que buscar los bolsillos para que nuestras manos no sufrieran el rigor de aquel aire helador.
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Casi todos los participantes ya en el Puerto de Casillas |
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Y se inicia el ascenso |
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A pesar de la dureza no se rindió nadie. |
Tras recuperar fuerzas después del exigente ascenso, fuimos descendiendo por la otra ladera, con unas vistas impresionantes que permitían ver, al mismo tiempo, San Martín, Cadalso y su peña, Rozas de Puerto Real, Sotillo y hasta las cuatro torres de Madrid capital.
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El cerro desde el otro lado. |
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Aunque lo parezca, no voy volando |
Tras dejar un camino amplio tomamos un sendero hacia el Pozo de Nieve, que quedaba ya a nuestra vista, y disfrutando de unas praderas verdes y frescas que se entremezclaban con el amarillo de los piornos (o jaras de altura como yo les llamo, y a lo peor les llamo mal).
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Si yo fuera caballo disfrutaría como ellos de este paisaje. |
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Ya han llegado casi todos |
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¡Cuidado Richard! esa piedra ....... |
La construcción donde se encuentra el pozo de nieve ha sido restaurada y señalizada y se divide en dos espacios: uno amplio donde se encuentra el pozo
y otro más pequeño que sirve de refugio de montaña.
Al sol, que se agradecía, compartimos descanso, viandas, alguna botella de agua y sobretodo bromas y comentarios, destacando entre ellos un aparente pique entre Salvón y Perico.
Desde aquí iniciamos el camino de vuelta, cada uno a su ritmo como suele ser habitual, bien por el camino que bordea el cerro, bien trochando por praderas y barrizales, pues el agua manaba por doquier.
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Un gran hongo, un gran guía un gran paisaje. |
Tuve el capricho de acercarme a un árbol solitario en medio de aquella pradera y acompañado por Pedro disfruté del paisaje y de su conversación.
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Árbol solitario en la verde pradera |
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del que mana, manso, el arroyo joven, |
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que te agarras con ansia a la tierra de la ladera |
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y cobijas con tu sombra al caminante curioso |
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que agradece así tu nobleza. |
Más adelante, en la ladera norte del cerro y divisando el embalse del Burguillo, nos adentramos en la zona arbolada, también de gran belleza.
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Satisfecho. |
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Caminante |
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Camino de piedra entre piedras |
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El sendero de vuelta. |
Arroyos
y
torrenteras
Nueva foto de los que alcanzábamos el puerto de Casillas, creo que no estábamos todos pero logré hacer una foto a los que muchas veces no salen: los fotógrafos.
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Los fotógrafos, y no fue una escena preparada. |
Fuimos descendiendo, unos con más ritmo, otros con menos; unos protestando porque la calzada no llegaba (era broma), el que suscribe temiendo un motín y abajo, en las Erillas, nos esperaba la sorpresa que nos había preparado la Asociación, aunque luego Perico se apuntase el tanto: unas cervecitas fresquitas.
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La piedra en el zapato |
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La cervecita. |
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Un gran castaño. |
Hasta la próxima. Buen camino.
Texto de la entrada: Javier.
Precioso reportaje. Gran alegría recibo al ver a mi prima hermana, Raquel, haciendo camino en tan buena y grata compañía.
ResponderEliminarGenial, ¡Que pena no haber podido acompañaros!.
ResponderEliminarGemma
Muy buena la entrada, bien documentada fotográficamente, se nota los buenos fotógrafos. El texto agradable y entretenido. El árbol es un majuelo centenario que se encuentra en medio de una gran pradera con mucha agua y a cuya sombra acuden las vacas y caballos en cuanto notan el calor.
ResponderEliminarGracia por todo a todos y la próxima además de cervecita un aperitivo no estaría mal.
Un abrazo
Pedro Zorro Corredero
Muy bueno el punto de poner también aperitivos... pero la carne de membrillo, estaba más buena la mía. Javier.
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