Etapa Cadalso Cebreros

El 16 de junio de 2012, convocados por Ángel Sánchez "Canillo", nos reunimos un grupo de amigos para hacer la etapa del Camino de Santiago del Sureste entre Cadalso de los Vidrios y Cebreros.

Nos situamos junto al Ayuntamiento para realizar la salida y las mediciones. En este punto Cadalso se sitúa a 800 metros sobre el nivel del mar.

Dejando el Ayuntamiento a nuestra espalda ascendemos por la C/. Real y a unos 50 metros, al lado izdo, queda la denominada "Casa de Santa Teresa" actualmente un establecimiento catalogado como "casa rural" (1).  Más adelante, a unos 260 m. de la salida, esta vez a mano derecha, se encuentra una pequeña casa, ya rehabilitada, con un gran dintel de piedra con grabados, se trata de la "Ermita de San Antón", conocida por otros como "casa del ermitaño".

Pocos metros más adelante la calle se bifurca, a la izquierda para tomar la carretera de San martín de Valdeiglesias; que aparece en varias guías como el camino natural para llegar a Cebreros. De frente continua la calle y la ruta a pie que nosotros sugerimos, algo más larga pero más tranquila y menos peligrosa. Seguimos por la C/. San Antón hasta los últimos edificios y a 410 metros de la salida termina la calle de asfalto y cemento y empieza el camino de tierra.

A unos 540 m. sale un sendero a la derecha marcado con flechas amarillas y 20 metros más adelante hacemos un giro a la izquierda para seguir ya el sendero entre pinos, jaras y zarzas.

No recomendamos este sendero para bicicletas por la existencia de algunos puntos de cierta dificultad. El camino en este tramo es descendente y con bonitas vistas sobre el valle del Tórtolas y del arroyo "El Boquerón", que viene a su encuentro desde el este.

A 1350 metros desde nuestra salida recuperamos el antiguo camino, cegado por las zarzas y que esperamos recuperar un día. Llegando al fondo del valle nos adentramos en la urbanización "El Mirador" tomando enseguida la calle de la izquierda para llegar a un estrecho callejón que comunica con el camino de "Casa Tablas". Es un camino ancho, llano y bordeado de pinos, muy agradable en cualquier época del año y que discurre en dirección Oeste - Este, cercano al arroyo del Tórtolas, donde en sus riberas se disponen fértiles huertos.

A 4.000 metros dejamos el camino de Casa Tablas, cruzando un puente sobre el arroyo Boquerón y girando 180 grados por un nuevo camino que discurre entre enormes pinos y bastantes claros. Al frente, hacia el oeste, el cerro de Casillas y un hermoso paisaje montañoso. El camino es amplio y va girando hacia el norte, aunque se embarra en época de lluvias. Deberemos mantenernos atentos al lado izquierdo del camino hasta encontrar un cartel de madera grande, aunque algo oculto por la vegetación, que nos indica la dirección de vía pecuaria. Se trata en realidad de un cordel de la Cañada Real Leonesa Oriental. Esta cañada, procedente del Valle del Tiétar, en Ávila, pasa por el término de Rozas de Puerto Real y más adelante se convertirá en el camino natural para llegar a Cebreros.

La vía pecuaria que vamos siguiendo termina convirtiéndose en un sendero por ocupación de la vegetación en unos tramos o por pérdida de los límites de las fincas donde destacan algunas viñas perfectamente cuidadas y que producen la uva con la que se elaborar los vinos de San Martín de Valdeiglesias y que tienen reconocida la "Denominación de Origen de los Vinos de Madrid".

A 6.440 metros la vía pecuaria desemboca en un camino muy usado por ciclistas y que tiene su origen en el desmonte y trazado de la vía férrea que pretendía unir Madrid con Plasencia (2). Giramos a la derecha, nuevamente es un camino cómodo y salpicado de arbolado muy grato de recorrer (3). Desde este mismo camino, ya cerca de encontrarnos con la carretera, se ve el monasterio de Guisando, situado en la falda del cerro que le da nombre y que constituye el punto más oriental de la Sierra de Gredos (4).

A unos 9 km del inicio de la etapa alcanzamos la M 501, girando al la izquierda y circulando por el lado izquierdo de la calzada deberemos recorrer unos 500 metros hasta llegar al cruce de la carretera que va a los Toros de Guisando y Ávila. En este tramo se vuelven a unir el Camino de Levante procedente de Valencia y el Camino del Sureste procedente de Alicante y que se habían separado en Escalona. Aconsejamos cruzar la CL501 antes de llegar a la curva donde está el cruce pues la visibilidad allí no es buena. Tomamos la AV 502 con dirección a Ávila y El Tiemblo.

A unos 11.900 metros de la salida en Cadalso encontramos un amplio recinto donde están ubicados los Toros de Guisando (5). Seguimos por la carretera hasta encontrarnos con la N 403 que une Toledo y Ávila, cruzamos la carretera y nos dirigimos hacia el Tiemblo. A unos 100 metros del cruce dejamos la carretera y tomamos el camino de la derecha que por la Cañada Real Leonesa nos llevará a Cebreros. Estamos a 13.700 metros del punto de salida y nuestro GPS decide dejar la etapa por falta de pilas.

El camino discurre paralelo a la AV 502 y en ocasiones puede apreciarse la Cañada Real en toda su amplitus, 90 varas castellanas correspondientes a 72,22 metros.

El camino se convierte a veces en sendero y se adentra en espacios cubiertos de vegetación que hay que ir sorteando. Tras pasar por la parte trasera de una urbanización nos vemos obligados a salir a la carretera y circular por ella unos centenares de metros hasta que el camino arranca de nuevo desde el lado derecho por un camino de tierra que nos lleva al puente de Valsordo, un curioso conjunto de dos puentes que fue en la antigüedad un contadero de ganado donde se hacían efectivos los pagos por derecho de paso o de pontazgo. En este puente sobre el río Alberche hay una curiosa inscripción en una enorme piedra.

Desde aquí el camino se convierte en una pista de cemento, pues junto al puente han habilitado un merendero y más adelante se encuentra la ermita de Valsordo, cuyos alrededores aparecen muy cuidados y transformados para dar dar acogida a peregrinos y romeros de esta ermita.

Siguiendo el camino vemos la localidad de Cebreros sobre nosotros, aunque el camino sólo se empina al final, lo que sumado al cansancio acumulado puede convertir la última rampa en un tramo muy duro. Justo a las afueras de la localidad, sobre una roca, se levanta majestuoso el royo o picota de Cebreros, donde quedaban expuestos los cuerpos de ladrones y maleantes.

Subiendo por la calle de enfrente a la que nos ha conducido hasta el pueblo, llegamos a la plaza de España de Cebreros, donde se situa la iglesia de Santiago. La antigua iglesia de Santiago, de la que se conserva una puerta, la torre y parte de la arquería interior, ha sido convertida en un museo sobre la democracia en honor al que fue presidente del gobierno español en la transición democrática, Adolfo Suárez, que era natural de este municipio. Refrescándonos en la plaza dimos término a la etapa Cadalso de los Vidrios Cebreros.

NOTAS:

1.- Casa de Santa Teresa. Anteriormente había sido propiedad del dibujante Antonio López Fraguas "Forges", quien mandó rehabilitarla respetando cuanto pudo. Muy próximo se encuentra un trozo de lo que es considerada la muralla que rodeó Cadalso. (El nombre procede de "Cadafalsum" que significaba "lugar amurallado en alto"). También se dice que a esta altura quedaba la puerta norte de la localidad denominada puerta de San Antón.

2.- Ferrocarril Madrid-Plasencia. Este tramo llegó a tener sus raíles y traviesas pero nunca llegó a ser utilizado. Compartía parte del trayecto con el tren de vía estrecha que unía la estación de Goya con las localidades de Villa del Prado y Almorox, que estuvo en uso hasta 1959. Se separaban en la localidad de Villamanta, desde donde se dirigía en paralelo a la carretera que va a Aldea del Fresno, y tras la iglesia de este pueblo cruzaba el río perales por un estrecho puente, usado en la actualidad para el trasvase de agua desde el embalse de Picadas hasta varias localidades de la zona de La Sagra, ya en la provincia de Toledo. Cruzaba la finca "El Santo" (que posteriormente recuperó la propiedad del terreno expropiado) y a través de unos túneles se situaba a orillas del embalse de Picadas para adentrarse luego y atravesar los términos de Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias.

3.- Majadillas. Si observamos el entorno un poco a lo lejos, a la izquierda, hacia poniente, podemos descubrir los restos de una vieja casa junto a unos altos árboles, se trata del despoblado de Majadillas y los restos de la construcción parecen corresponder a la antigua iglesia de San Pedro. Girando la vista a la derecha, en un valle, pero en alto, vemos por primera vez nuestro punto de destino, la localidad de Cebreros.

4.- Monasterio de Guisando. Existe una curiosa leyenda sobre este monasterio. El valle de las siete iglesias que se extiende a sus pies y que ocupa las tierras de San Martín de Valdeiglesias y de Pelayos de la Presa, ya tenían en esta última localidad un monasterio, fundado por el rey de Castilla y de León, Alfonso VII, en 1.150, con el nombre de Santa María la Real de Valdeiglesias y sujeto a la regla Benedictina y luego a la orden del Cister.  En 1353, reinando Pedro I de Castilla y León, llegaron unos monjes jerónimos italianos y ocuparon unas cuevas en la falda del cerro de Guisando.  En 1375 consiguieron del rey Enrique II de trastámara la fundación de un monasterio y los monjes presionaron al rey para que les cediera tierras.  Se cuenta que enterados los monjes de la orden del Cister, a la que pertenecía el mencionado Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, también acudieron al rey para que aquel nuevo monasterio no supusiera una merma ni en su territorio ni en sus ingresos a través de impuestos y rentas que cobraban a campesinos y siervos.  El rey debió volver a lidiar con los monjes jerónimos que le pedían tierras para hacer viable la subsistencia del monasterio. Al fin el rey le prometió que construiría el monasterio y que les daría todas las tierras que pudieran verse desde las ventanas del monasterio. Marcharon así satisfechos los monjes jerónimos.  Curiosamente, todas las ventanas del monasterio miran hacia el cerro de Guisando y ninguna de ellas hacia el valle. Así el rey cumplió su promesa y no agravió a los monjes cistercienses de Pelayos. Algunos hacen coincidir la fundación de este monasterio con el reinado de Juan I de Castilla y León (1379 - 1390).

5.- Toros de Guisando.  Son enormes esculturas en piedra de la cultura íbera que representa a bueyes de tiro con una serie de rasgos muy destacables como las arrugas del cuello, los orificios destinados a los ojos y los cuernos (que debían ser postizos en cristal, bronce y oro), los arneses que parecen llevar en los remos traseros y el rabo girado hacia un lado para mostrar sus atributos masculinos. El situado más al norte lleva en su lomo una inscripción latina.

Javier Perals.