PATROCINADORES 2023-1

PATROCINADORES 2023-1
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2023-2

PATROCINADORES 2023-2
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas gracias.

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.

sábado, 14 de mayo de 2022

COMPAÑEROS DE CAMINO

 Compañeros de CAMINO.              

Relato presentado al Tercer Concurso Literario por Elena Mocanu

– ¡Hey, peregrino, espera, ya voy!, se oyó una voz clara detrás de la esquina.

El peregrino paró y miró con curiosidad por encima de su enorme mochila.

– ¡Buen Camino!, saludó el señor erizo alegre por el encuentro.

– ¡Ultreia!, respondió el señor caracol un poco sorprendido, pero igual de contento.

– ¡Yo soy Payo!, se presentó el señor erizo, dándole la mano.

– ¡Yo, Pelayo, el peregrino!, respondió el señor caracol, apretándole la mano y abrazándole fuertemente.


– ¿Andas solo? ¿…te gustaría que fuéramos compañeros de camino?

– Pero no somos ya, ¿qué dices, compañero Payo?

– ¡La casualidad te puso en mi camino precisamente cuando más lo necesitaba un compañero!

– Yo creo que no fue la casualidad sino el camino que le da a cada uno exactamente lo que necesita en el momento justo. ¡Nada es casualidad, y menos aquí! ¡Qué lo recuerdes del peregrino Pelayo!

Te vi a último momento, antes de que desaparecieras tras la esquina. Yo estaba saliendo del sendero rocoso. De hecho, solo vi tu mochila tan grande como una casa.

Conozco ese sendero. Es un atajo, pero todos lo evitan.

– ¿Siempre llevas una mochila tan grande? Para mí sería difícil y me retrasaría.

– Sí, siempre me llevo toda la casa. Mi mochila es parte de mí. ¡Ya estoy acostumbrado, pero tú no hagas como yo!

– ¿¡…!?


Pero no me dijiste de dónde vienes ni adónde vas…

– ¡De Saintes-Maries-de-la-Mer! ¡¡¡…uff, que aventura salir de allí!!!, agregó más para sí mismo. ¡Y quiero llegar a Santiago de Compostela!

¿Aventura? ¡Me gustan las aventuras… cuando las leo o me las cuentan!, mostró el señor caracol riéndose con ganas.

¡Y yo tengo tantas que compartir!...

¡Hay todo el camino por delante para contar y conocernos!

– ¡Claro! ¡Así el tiempo pasará más rápido y el camino nos parecerá más corto!

– Y más fácil, aunque no es ni corto ni fácil. ¡Pero en dos, todo es más fácil, eso siempre! ¡Recuerda del peregrino Pelayo!

El señor erizo aprobó divertido.

Primero, dime qué pasó con…

Pues... estaba de camino cuando… no sé ni cómo empezar... ¡ay, fue toda una aventura!..., se apresuró el señor erizo.

¡No, no, espera un poco!, le interrumpió súbito el señor caracol.

El señor erizo se quedó desconcertado por un instante.

– Con… ¿con la botita en la mano quieres llegar a Compostela?

– No…, dijo un poco confundido, ...solo que se me ha deshecho la suela y ya no me sirve...

– Ya comprendo… ese sendero pedregoso tiene la culpa, ¿verdad? Pero yo puedo ayudarte, por eso soy tu compañero, ¿¡no!? ¡Vamos, sé cómo encontrar a Pati, conocida maestra zapatera!

– ¡Una pequeñez! ¡Estará como nueva antes de que digas “camino”!, le aseguró doña oca al señor erizo.


– ¡Qué buena noticia!, respiró aliviado el señor erizo. Las botitas fueron mi único compañero hasta que encontré a tu amigo Pelayo. ¡Ya también es mi amigo!

– ¡Pelayo es amigo de todos, buena ayuda y el mejor consejero! ¡Además de un peregrino perfecto! ¡No es broma!

– ¡Esto hay que recordarlo!, intervino contento el señor caracol.

– ¿Vas a Santiago?, preguntó doña oca muy ocupada con el trabajo.

– Sí, ahí es donde quiero llegar. ¡Espero que mis botitas también me ayuden!

– ¡Llegas hasta el fin de la tierra con estas! ¡Te lo garantizo!

– ¡Que así sea!

¿Y de dónde vienes?, se interesó doña oca detrás de una montaña de zapatos.

– ¡De Saintes-Maries-de-la-Mer!

– ¡Interesante el sitio! Y tan interesante como misterioso. ¿¡No es broma, no!? ¡Qué bien que saliste de allí a salvo!

– Sííí, ¡…qué aventuras!...

– ¿Eh, cómo va el camino, querido Pelayo? Ha estado lloviendo demasiado últimamente…

– ¡Querida Patita, ya me conoces, todo va de maravilla! Esta vez, tengo la intención de recorrer el camino más largo que nunca. ¡Recuerda, el más largo!

– ¡¡¡Qué locura!!!, exclamó el señor erizo con todo asombro.

– ¡Pero es una locura sana! ¡No es broma!...

– ¡Esto es lo que yo también debo recordar!, decidió el señor caracol muy orgulloso de su amiga doña oca.

– Un poco más, sólo un poquito…, murmuró para sí misma. ¡Listo! ¡Per-fecto! ¡Ya están como nuevas o algo mejor, podría decir!

– ¡¿Tan rápido?!

– ¡Pati es toda una maestra, una gran maestra! ¡A recordar!

– ¡Oh, lo que has hecho por mí no tiene precio! ¡No sé cómo podría recompensarte!

– ¡Llegar a tu destino sano y feliz será la mayor recompensa para mí!

– ¡Gracias con toda mi alma a los dos! ¡Estoy tan contento y listo para andar!

– ¡Ayudándote, llegaré a Compostela contigo!

– ¡Recuerda bien!, notó el señor caracol.

– Déjame abrazarte…, pidió el señor erizo con los ojos húmedos de emoción.


No hay comentarios:

Publicar un comentario