EL OTOÑO EN EL CORRAL.
Todavía hay quien se extraña que salga poco de casa. En realidad no es que salga poco, más bien al contrario, pero cuando salgo muchas veces me voy a andar por los alrededores de Cadalso. Lo que sí es difícil es verme sentado en un bar o en la Corredera.
Llega el otoño y los paisajes de Cadalso alegran nuestros sentidos y nuestro espíritu. Los paseos por la naturaleza te ofrecen multitud de posibilidades de contemplar la belleza de nuestro entorno y hoy estaba la Peña Muñana especialmente bella al lado de una bellísima luna casi llena.
El corral de mi casa es como un trocito de Cadalso donde dejo que árboles, arbustos y plantas vayan un poco a su aire, aunque poniendo orden de tarde en tarde.
Las hiedras, la viña virgen, las vincas y las parras se suben por las paredes y nos ofrecen un recital de colores verdes, amarillos y rojizos.
Dos almendros, una morera blanca, un cerezo, varios lilos, varios laureles, un ciruelo, un prunus, un arce, un níspero y un acebo constituyen mi pequeño y variado bosque al que acompañan un jovencito olivo, un bambú, varios rosales y un aligustre. Todos ellos dan color, frescor, aroma y por este tiempo, numerosas hojas en el suelo.
Pronto llegará el momento de poda para algunos de ellos pero mientras tanto disfruto de su compañía y de su colorido.
Siempre que el tiempo lo permite este es mi taller donde restauro muebles o antiguos aperos, monto estanterías, tallo granito y madera o arreglo artilugios. Esta paz sólo se ve interrumpida por el repicar de las campanas del cercano campanario, que me compensa la posible molestia permitiéndome contemplar el nido de la cigüeña, los galanteos de la pareja, el crotoreo del apareamiento y la evolución de su prole.
Fotos y texto: Javier Perals.
Gracias Javier por las fotos de Cadalso, dices que arreglan nuestros sentidos y el espíritu, hay una frase de un gran cadalseño que decía, No hay España como Cadalso.
ResponderEliminarEs lo mismo que tu quieres reflejar.
Canillo