PASEO POR EL CAMINO DEL VALLE

PASEO POR EL CAMINO DEL VALLE.

     Este camino arranca desde la primera curva de la carretera de Cadalso de los Vidrios a San Martín de Valdeiglesias. 

     El año pasado, durante el incendio que asoló Cadalso y Cenicientos, quedó en evidencia que no  se había realizado el mantenimiento adecuado de muchos caminos y los servicios contra incendios debieron abrirse paso por caminos estrechos y en algunos casos muy erosionados.

     En otoño se procedió a arreglar algunos caminos del término y el Camino del Valle fue uno de ellos. Tenía ganas de volver a hacer este camino que hice hace cuatro años en una actividad de la AACSCV, aunque tuve que esperar que se autorizaran paseos de más de un km bajo el Estado de Alarma.

     Al fin una tarde inicié este camino, acompañado de mi perro, con la intención de llegar a un árbol singular como es un tilo situado en el fondo del Valle.

     En el recorrido pude ver un hermoso ejemplar de alcornoque, casi al principio del camino a mano izquierda,

     Más abajo había hermosos pinos de varias especies y una gran variedad de árboles, de los que reconocí algunos fresnos, varios arces de Montpelier, y alguno que me pareció un frutal. Reconozco que soy bastante ignorante en el reconocimiento de árboles y alguien me aplicará una frase jocosa, no sin cierta razón, si me aventuro a decir que uno de ellos era un guindo.

     Ya en el fondo del valle, junto al arroyo Tórtolas, arbolado de ribera con un buen ejemplar de álamo blanco o chopo.

     Seguí mi camino disfrutando la variedad del paisaje, a veces amplio y abierto, en ocasiones cerrado y tupido.

     Cuando parece que el camino va a ascender como si te llevara directo a Rozas, en un recodo, apareció un enorme pino cuyo tronco se abría en dos formando una hermosa copa.

     De una de sus ramas colgaba una "escoba de bruja" o "nido de brujas" que es una sobre acumulación de acículas debido al efecto de la citoquinina, transportada por una bacteria o un insecto, que provoca un desmesurado crecimiento de las mismas.

     Detrás de aquel magnífico ejemplar se escondía el tilo. Esto me lo ha soplado Pedro Alfonso, yo lo confundía, por la hoja, con un moral.

     Difícil sacar una buena foto del árbol con tan poco espacio para alejarse. por lo que decidí hacer fotos desde su cobijo, buscando la luz solar a través de su esbelta y tupida copa.

     Conseguido mi propósito regresé a Cadalso por el mismo camino, prometiéndome que otro día recorrería el camino que discurre paralelo al Tórtolas hasta llegar a la carretera M-542 para subir a Cadalso por la vereda que baja de la Torrecilla al Mirador.

Fotos y texto: Javier Perals.