GLOBO.
Hay muchas cosas en esta vida que pasan desapercibidas al ojo humano. Aunque podríamos disertar sobre la pérdida de campo visual y del horizonte a causa de una afición desmedida al teléfono móvil conectado, esta entrada no va de eso. Hay cosas que suceden a tal velocidad que el ojo humano es incapaz de verlo.
Un dardo se acerca a un globo suspendido. |
Cuando esa velocidad resulta excesiva, en un pestañear de ojos hemos perdido miles de imágenes.
Cuando el dardo toca el globo éste se raja dejando a la vista las partículas de vapor apresadas en su interior. |
Lo mismo ocurre cuando la velocidad es tan lenta que apenas apreciamos los cambios, así no podemos disfrutar de ver crecer la hierba.
Mientras el dardo se introduce en las partículas de vapor el globo pierde elasticidad y se contrae. |
La fotografía viene a echarnos una mano ante esta falta de sensibilidad. Las fotografías que se muestran, rescatadas de una vieja publicación, se obtuvieron con un "flash" electrónico cuyo destello dura una millonésima de segundo.
En esta foto el dardo se encuentra en el interior del conjunto de las partículas de vapor. |
Una cámara que permita grabar muchas imágenes en un segundo es el segundo requisito para obtener estas fotos. Recuerdo que Richard compartió unas fotos que tenían algo que ver con esto.
El dardo continua su trayectoria, un trozo del globo sale despedido y el vapor de agua se disipará en un instante. |
Las imágenes las tenía recortadas de una revista pero no figura en ningún sitio su autor ni la fecha.
Realiza la publicación Javier Perals.
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