VIAJE A CIUDAD RODRIGO, SIEGA VERDE, PUERTO SEGURO, ALMEIDA Y CASTELO RODRIGO (Segunda parte)

VIAJE A CIUDAD RODRIGO, SIEGA VERDE, PUERTO SEGURO, ALMEIDA Y CASTELO RODRIGO

     Nos quedamos en el paseo vespertino-nocturno por Ciudad Rodrigo, en la cena al aire libre en restaurantes y bares de la plaza y alrededores y en el descanso en el hotel Conde Rodrigo I, donde concluyó la primera jornada de nuestro viaje.

     Al día siguiente, el domingo 10 de mayo, nos levantamos temprano para ir a desayunar al hotel Los Arcos donde nos atendieron muy correctamente y pudimos desayunar a nuestro gusto, aunque no se tratase del desayuno europeo.

     Imposible visitar la Catedral antes de la misa de las 10, pero por la tarde la podríamos ver gratis. Fuimos al hotel, recogimos nuestras cosas y nos fuimos al autobús para poner rumbo a Portugal. Aunque pasamos por Vilar Formoso, lugar célebre por el mercadillo y las tiendas de toallas y licores, no paramos por ser domingo y no haber muchos establecimientos abiertos.

     Parada en Almeida y con la ayuda del plano y las vistas de varios elementos de la muralla comprendimos lo que eran los baluartes y los revellines, el cuerpo de guardia y los cuarteles y por qué las entradas formaban siempre una curva.

     Visita del cuidado interior, de los edificios municipales como la Cámara (ayuntamiento) el Palacio de Justicia (juzgado) y la plaza del mercado. 

     Visita también de las ruinas del castillo original y foto a contraluz de los participantes. Pequeño paseo, casa en ruinas y vuelta al autobús para ir hasta Castelo Rodrigo.

     Castelo Rodrigo era un pueblo casi muerto y abandonado hace poco más de 20 años hasta que se decidió su reconstrucción. Calles empedradas con unas losas en la parte central que ocultan todo tipo de instalaciones: luz, teléfono, abastecimiento de agua y canalización de aguas residuales.

     Gran parte de las casas abandonadas y derruidas que conocí hace más de 20 años están ocupadas ahora por artistas y artesanos que han dado a esta localidad un ambiente limpio, refinado, agradable y tranquilo.

     Está situado en lo alto de un cerro con una muralla que se conserva en gran parte, con el castillo-palacio de los Moura, quemado por los propios portugueses en represalia al posicionamiento de esta familia a favor de la corona española y con un t-unel que se hunde bajo el castillo en el que apenas pude adentrarme unos treinta metros por culpa de los mosquitos. Actualmente no se puede acceder.

     Bajando por aquellas calles empedradas vimos la iglesia, la picota y la cisterna que abastecía de agua a la población, con la particularidad de tener una puerta románica para los cristianos y una puerta mozárabe para los judíos.

     Antes de abandonar el pueblo para regresar entramos en unos baños públicos, limpios, espaciosos y bien cuidados y volvimos para comer en el Mesón La Paloma de Ciudad Rodrigo. La carne extraordinaria y el bacalao sensacional.

     Después de comer sí pudimos visitar la Catedral de Ciudad Rodrigo y tuvimos la suerte de que abrieran el portal donde se encuentra el Pórtico, gracias a Felipe, pues no se abre los domingos.

     El pórtico es una auténtica joya de la escultura y el bajorrelieve y está tan bien conservado al encontrarse dentro del portal que se sitúa bajo la torre. Sólo puedo aportar una foto en blanco y negro, pues en la actualidad no está permitido hacer fotos..

     Regreso a Cadalso entre canciones, historias, anécdotas y poesías, de entre las cuales me quedó un grato recuerdo de la recitada y compuesta por Pilar Campos referida a una mariposa que se coló en el metro. Gracias Pilar.

     Un saludo a todos los participantes, a Gregorio por su profesionalidad al volante y lo dicho: cuando queráis volver encima del museo hay habitaciones.

Fotos: Richard Pickers y Javier Perals.

Texto: Javier Perals.