CONCURSO LITERARIO DE RELATO CORTO

CONCURSO LITERARIO DE RELATO CORTO

PATROCINADORES 2024-1

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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2024-2

PATROCINADORES 2024-2
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas gracias.

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.

sábado, 12 de agosto de 2023

MARCHA NOCTURNA A LA PEÑA MUÑANA 2023

 Año tras año la marcha nocturna a la Peña Muñana es una de las actividades más demandadas y cada año recibe usuarios nuevos deseosos de vivir la aventura de subir a nuestra querida Peña en la oscuridad de la noche. 

Este año la marcha se realizó el 28 de julio, siempre una fecha cercana a la luna llena para tener una mejor visión del entorno nocturno, esta vez la luna se encontraba visible al 70.5%, casi luna llena. 

Quedamos en la Plaza del Ayuntamiento donde se pasó lista de los inscritos, se establecieron las normas de la marcha y Richard nos esperaba con su cámara para hacer la tradicional foto de grupo. La participación fue buena, 47 personas entre los que se encontraban muchos jóvenes aventureros y nuestros fieles compañeros peludos Kiko, Laika y también Jara. 



Avanzamos en grupo hacía la Corredera, bajamos a "La Huerta" y a buen ritmo llegamos a la Castellana donde nos reagrupamos y comenzamos a subir por las Eras de la Peña. El camino está señalizado con las cartulinas y cintas que se pusieron la tarde anterior para evitar desvíos. 




A lo largo del recorrido se realizan unas explicaciones sobre la ubicación de la Peña, el medio ambiente y los restos arqueológicos que podemos encontrar en la zona. Ya en la mitad de la Peña nos volvimos a reagrupar y apagando todas las linternas pudimos ver la silueta del "Fraile y la Monja" a la luz de la luna. 





Seguimos avanzando hacía la cima y recibimos una llamada de Richard, nos avisaba que en ese momento estaban pasando los satélites Starlink de Ellon Musk sobre nosotros y así los pudimos ver unos pocos durante la marcha. 



Una vez llegamos arriba solo podíamos disfrutar del paisaje nocturno, esperar a los rezagados y reponer fuerzas con una cena rápida en el pico de la Peña.  Allí también pudimos ver la placa que señala el punto geodésico y el contador de rayos. Alguna amiga desde su balcón se percató de nuestra presencia y nos hizo llegar esta foto. 

Algunos comenzaron el descenso antes, otros esperaros hasta el último momento para iniciar el descenso y los encargados de recoger las señales que se habían puesto bajaron los últimos. A la bajada nos cruzamos con otro grupo de chavales que subían con muchas ganas al pico.


Al llegar a la Castellana nos despedimos, algunos van a tomar algo juntos y otros a descansar. La marcha nocturna es ya una actividad imprescindible en la programación de la Asociación y el año que viene nos volveremos a encontrar seguro. 

Nos vemos en la siguiente actividad.


Fotos: Richard Pickers, Isabel Moreno, Paula Arapiles

Texto: Ester López 

martes, 1 de agosto de 2023

PREPARACIÓN MARCHA NOCTURNA a LA PEÑA MUÑANA 2023

 PREPARACIÓN DE LA MARCHA NOCTURNA

El pasado jueves 27 de julio, a las 19:00h de la tarde, quedamos en la Plaza de la Corredera Ángel Luis, José Luis y Kiko, Julio y Ester para hacer el recorrido hasta el pico de la Peña Muñana, revisar el estado del camino y colocar algunos indicadores en la ruta a seguir para evitar posibles pérdidas o despistes. 


Aunque ya se estaba poniendo el Sol la tarde era muy calurosa y el aire soplaba fuerte. A medida que subíamos el Sol caía en el horizonte y se producía lo que en el mundo de la fotografía se llama GOLDEN HOUR (Hora dorada) que son los minutos que transcurren entre la puesta del Sol y la oscuridad total. Nos pilló justo cuando mejor se observa "El fraile y la monja", una luz y un paisaje precioso.

Seleccionamos los árboles, enebros o jaras en los que atar los distintivos que nos guiarán en la oscuridad de la noche y siempre se recogen por un responsable al ir bajando de la Peña. 


Aparte en algunos tramos señalizamos con unas cintas. El camino solo presentaba las dificultades propias del terreno como abundantes piedras sueltas, algunas lanchas de granito y algunos troncos que se señalizaron para evitar caídas. Así mismo se pone especial atención en el tramo de "cortafuegos" que quedó tras el fatídico incendio. 


Para nuestra sorpresa, a la subida nos encontramos unas flechas pintadas en la roca con spray amarillo neón que causa un impacto visual en el ambiente natural del entorno por lo que desde aquí pedimos que se ponga especial atención en esta forma "invasiva" de señalar un camino que ya de por si es sencillo de seguir. No hagamos marcas en la naturaleza si no son necesarias. 

Una vez arriba comentamos las curiosidades que guarda nuestra Peña, nos acercamos al conocido como "Sillón del Rey Moro" y pudimos observar que tras en incendio la vegetación está creciendo abundantemente. 

A la bajada repasamos y contamos de nuevo los distintivos que hemos puesto y de esta forma todo queda preparado para la Marcha Nocturna de 2023. 






domingo, 23 de julio de 2023

LA TORRE DE LA IGLESIA DE CADALSO

 LA TORRE DE LA IGLESIA DE CADALSO DE LOS VIDRIOS

     En el pasado mes de Junio, el sábado 17, organizamos una visita a la iglesia de Cadalso de los Vidrios guiada por Rubén Villatoro y que tuvo mucho éxito.


     Unos días antes, mientras preparábamos la visita con el párroco, manifesté mi deseo de conocer la torre de la Iglesia pues nunca había subido, y para mi sorpresa fue inmediatamente a por la llave para poder verla en ese momento.

 

   Mientras subía por la escalera metálica con pasos de granito que hay en la propia iglesia sentía la emoción de un apasionante viaje a lo desconocido. Recordaba a las personas que me habían contado que antes la iglesia tenía coro y que desde allí se subía a la torre.


     Al abrir la puerta de la torre, en el primer piso de la misma, justo por encima del baptisterio, aquel espacio me pareció oscuro, triste y sucio. En efecto es oscuro pues sólo cuenta con una pequeña ventana tipo tronera de pequeñas dimensiones y la única luz que alumbra la escalera de cemento aparecía mortecina. En el espacio se acumulaba escombro y suciedad procedente en parte de los pisos superiores de la torre. Aquellos escalones de cemento conducían al inicio de la escalera de caracol, una auténtica obra de arte en piedra tallada por expertos canteros.


     Ya aquí se hacía evidente la suciedad acumulada por el excremento de las palomas que desde hace años campaban a sus anchas a lo largo y a lo ancho de toda la torre. Algunos escalones estaban desaparecidos bajo aquel estiércol acumulado a lo largo de más de 20 años.


     Me contaba Alfredo, el "Chirro", que cuando iban a arreglar la torre el cura de entonces les llamó para limpiar la escalera y que los trabajadores pudieran acceder por ella al campanario sin mayor complicación. Al parecer, desde entonces, no se había vuelto a limpiar, y ya entonces sacaron muchos sacos del estiércol de las palomas.


     Pedimos permiso a Chema, el párroco, para limpiar la torre y no sólo nos dio permiso sino que estaba dispuesto a costear todos los materiales y herramientas que hicieran falta para la limpieza. Acostumbrados como estamos a limpiar caminos lo único que necesitábamos eran sacos de rafia para bajar el palomino y varios metros de malla metálica para cubrir todas las ventanas y huecos.


     En aquella primera visita pudimos contemplar los cuerpos de numerosas palomas muertas, desde las que aparecían momificadas hasta las más recientes que aún conservaban el plumaje. Esta visión fue lo que más impresionó a Ester por lo que la primera tarea que nos planteamos fue la retirada de sus cuerpos y el cierre de los espacios para que las palomas no siguieran entrando.


     El párroco nos dejó la llave de la torre y una vez abierta la iglesia, el viernes 16 de junio, hicimos la primera incursión con bolsas de basura para retirar todos los cuerpos de las palomas y pichones muertos. Llenamos dos bolsas de 50 litros.

 

   El martes 20 quedamos con Chema a las 9:00 y provistos de mascarillas, guantes, sacos, paleta de albañil y recogedor metálico, iniciamos desde abajo la retirada de suciedad y escombros. Ya el primer día llegamos hasta la tercera planta en la limpieza de la escalera. Se arregló un marco de madera al que se colocó rejilla metálica y se puso para taponar la tronera por la que entraban la mayor parte de las palomas. Se reforzaron también las mallas metálicas de las ventanas más grandes que presentaban varios agujeros.


     Las palomas que había dentro de la torre salieron en parte por aquellos agujeros, otras, más torpes, quedaban enganchadas en las viejas mallas o se metían en huecos sin salida donde era fácil cogerlas para soltarlas en el exterior. Del interior debieron moverse tres nidos con pichones a las troneras con un total de 4 pichones de los cuales sólo uno falleció días más tardes por el abandono de los progenitores. Los demás sobrevivieron y cuando llegó su hora echaron a volar. Durante esa semana se atraparon siete palomas más que se dejaron en libertad.

 

   Toda la semana estuvimos trabajando y bajando los sacos, a medio llenar, de escombros y de palomino, separado convenientemente para poder reutilizar el estiércol. El aumento de la temperatura durante esa semana recomendaba adelantar la hora de inicio del trabajo que unido a otras obligaciones de Chema fuera del municipio le hizo que nos prestara una llave de la iglesia para que pudiésemos acceder tras desconectar él la alarma con su teléfono móvil.


     En la semana siguiente terminamos las tareas de limpieza aunque nos metimos también en recuperar los materiales que aparecieron bajo los escombros de herrajes y maderamen de las viejas campanas, hacer un acceso de dos escalones a la segunda planta y colocar una puerta de separación entre la torre y el acceso a la bóveda de la iglesia en la tercera planta. También se limpió el piso del campanario.


     Todas estas tareas han permitido que la torre pueda ser visitable, con las oportunas medidas de seguridad y dado que hacía muchos años que no se podía subir el sábado 22 de julio organizamos una visita, en grupos de diez personas, que ha tenido muy buena aceptación.
 
   Agradecemos a todos los visitantes su presencia y su comportamiento durante los distintos turnos, incluidos por supuesto los niños y las niñas que junto a sus padres pudieron disfrutar de este patrimonio escondido.

                       

   Agradeceríamos que todos los que han realizado la visita hagan un comentario de su experiencia a través de esta entrada de blog.

Fotos: Ana Sibert, Gerardo García Escudero y Javier Perals.

Texto: Javier Perals.

martes, 11 de julio de 2023

El próximo 5 de agosto tendrá lugar el ya tradicional Concurso de Pintura Rápida de la AACSCV. El evento comenzará a las 10:00h en la Plaza de la Corredera dónde se podrá realizar la inscripción de los participantes. Os dejamos aquí el cartel del concurso y las bases: 















martes, 25 de abril de 2023

SED. TEXTO GANADOR DEL IV CONCURSO LITERARIO DE RELATO CORTO

 "SED"  de Miguel Ángel Gutiérrez Naranjo.


El sol abrasa inclemente la planicie y el peregrino avanza sediento entre trigales. Lleva semanas, meses, toda una vida caminando, sin sombra que le cubra. No lleva agua. Entregó la que le quedaba y no ha vuelto a encontrar una fuente. El sudor empapa su ropa, el cansancio lacera sus piernas, la soledad lastra sus pasos. Una sombra oscurece su ánimo. Teme que las fuerzas flaqueen, que la deshidratación le venza, que no llegue a Santiago. No hay nadie con quien compartir una palabra de aliento, una mirada cómplice. Aprieta el paso y su afán se ve recompensado. En el horizonte asoma una aldea que no aparece en los mapas. Tiene los labios cuarteados. Se acerca. Sólo ve casas de adobe abandonadas, techos hundidos, zarzas. El pulso se le acelera. Quizá no encuentre allí el agua que anhela. Al doblar la esquina llega a una plazuela y en el centro descubre un pozo. Se despoja de un golpe de su morral, se lanza hacia él y se inclina sobre el brocal. El pozo mantiene la polea y la soga, pero no hay ningún cubo. El peregrino siente que sin ayuda no llegará a Santiago y levanta la vista. Frente a él, sentada en un banco junto a una puerta, hay una mujer joven con el cabello del color del fuego. El peregrino se sobresalta. Se pregunta si estaba allí cuando llegó o si la ha invocado su desamparo. La mujer está inmóvil y el peregrino se acerca a ella con curiosidad. Tiene las pupilas en blanco con dos enormes cataratas. Es ciega, aunque en algún momento pudo ver. Al oír los pasos del peregrino, gira la cabeza hacia él.


- Tengo sed.

La chica no responde. Se levanta tranquilamente, entra en la casa que tiene detrás y al rato sale con un cubo de madera de castaño.

- Tómalo y sacia tu sed.


El peregrino ata el cubo a la soga y con esfuerzo, lo saca lleno de agua. Es fresca, cristalina, limpia, abundante. Bebe hasta saciarse. Empapa su cabeza, sus manos, su pecho. El agua es pura fiesta para su piel, despierta los sentidos, limpia las tristezas, renueva las ilusiones.

- ¿Qué buscas?

- Mi lugar en el mundo.

- ¿Vas a Santiago?

- Sí, y luego a Muxía, a ver el mar.

- Nunca he visto el mar –dijo la mujer-.

- Yo te traeré el mar –dijo el peregrino-.

Llena su botella y deja a la chica en el banco. El Camino sigue entre trigales y el peregrino abandona la aldea bajo un sol ardiente.

Tras muchas jornadas, llega a Compostela. Reza en la cripta de la Catedral por la mujer, por él y por todos los caminantes. Al amanecer parte hacia la Costa da Morte. Tres días tarda en llegar al mar y frente al Santuario de la Virxe da Barca, sobre la pedra de abalar, el peregrino ve al sol refulgente avanzar hacia su ocaso. Tiene el color del cabello de la mujer de la aldea. Cuando el disco rojo toca la superficie, el océano lanza una vaharada donde el cielo y el mar se vuelven uno. El peregrino contempla absorto hundirse el sol bajo las aguas. Minutos después, las estrellas toman posesión del firmamento.


A la mañana siguiente, el peregrino abandona Muxía, la Virxe da Barca y la pedra de abalar. Camina hacia el este, dejando su sombra detrás. Es el Camino de regreso. Vuelve sobre sus pasos. El paisaje es diferente. Su mirada es diferente. El peregrino es diferente.

Deja Galicia y los pasos le llevan entre trigales. Esta vez no tiene sed. Lleva el mar en su mochila y un motivo para volver. Busca el lugar que no existe en los mapas y no lo encuentra. No hay aldea. No hay casas de adobe.  No hay zarzas. El peregrino pregunta, indaga, escudriña. Nadie sabe, nadie conoce.


La gente sólo está al tanto de las aldeas que aparecen en los mapas. El peregrino abandona las flechas amarillas, busca Caminos, rompe las lindes, se introduce en los trigales. El sol hiere de nuevo sus ojos y su piel. Vuelve a sentir sed y furia y rabia. Se revuelve contra el destino con denuedo, brega contra el mundo buscando una aldea que los mapas le niegan. Siente otra vez los labios cuarteados, el sudor en su piel, el miedo y el cansancio. Aprieta el paso y su afán se ve recompensado. En el horizonte aparece la aldea. Quizás no exista. Se acerca con paso firme a la plazuela. Allí está el pozo con su brocal, su polea y su soga. La chica está sentada junto a la puerta donde la vio por primera vez.

- He vuelto.

La mujer gira la cabeza hacia el peregrino con sus pupilas en blanco.

- ¿Y traes el mar?

- Sí.

El peregrino abre su morral y saca una enorme caracola. La pone en su oído y la chica la sujeta con ambas manos. Allí está el mar. El viento ulula y las olas baten las piedras frente al Santuario de la Virxe da Barca. El peregrino no se siente solo. Ocupa su lugar en el banco junto a la mujer que sonríe escuchando el mar. El sol declina.


En una aldea que no existe en los mapas, a la sombra de una pared de adobe, al atardecer, el peregrino, por primera vez en años, sonríe. Es el Camino, aquí está su sitio. En un cielo púrpura, malva y añil aparece la primera estrella.

En Muxía, frente al Santuario de la Virxe da Barca, las olas bailan en el mar.

 MIGUEL ÁNGEL GUTIÉRREZ NARANJO