SENDA CANTO EL GUARRO.
Quedamos junto a
la entrada de la Oficina de Turismo de San Martín de Valdeiglesias en el
Castillo de la Coracera. Salvo en lunes y viernes, que hay mercadillo, suele
haber bastantes sitios para aparcar en la calle Félix Rodríguez de la Fuente.
Iniciamos el
recorrido tras hacernos algunas fotos ante el Castillo de la Coracera, por la
Cuesta del Castillo y tras pasar la puerta principal tomaremos la calle Luis
Miguel Martín Berlanas, un deportista “pinche” (gentilicio local de los
naturales de San Martín). Giramos a izda y dcha hasta llegar a la C/. de la
Dueña y por la Travesía de la Dueña accedemos a la plaza de la Corredera.
Pasamos junto a la plaza del Mercado Municipal y tomamos a la derecha por la
Corredera Alta, para enseguida girar a mano izquierda por la C/. de la Solana,
pasaremos por la Plaza de La Solana y a mano derecha tomamos la C/. de la Presa
que va a parar al Camino de la Sangre y Camino de los Marañones hasta llegar a
la Ermita de la Sangre.
Al pie de esta
ermita los habitantes de San Martín y su alcalde al frente, en tiempos de
Enrique IV, libraron desigual batalla contra las tropas de Diego Hurtado de
Mendoza, Duque del Infantado, que hacía valer sus derechos sobre San Martín.
Tras dejar la
ermita al lado izquierdo estaremos en el punto más peligroso de nuestro
recorrido, pues hay que cruzar la M-501 para seguir por el Camino de los
Marañones en dirección al Jardín Botánico “El Bosque Encantado”.
Este camino
está asfaltado y a pocos metros de su inicio adquiere una fuerte pendiente que
ralentizará el paso de muchos participantes: el secreto para subirlo bien es
coger un ritmo adecuado, pasos cortos y posición erguida del cuerpo (si nos
inclinamos hacia adelante presionamos el diafragma y se respira peor). En
nuestras marchas nuestra Asociación no deja a nadie atrás.
Subiendo por este
camino asfaltado encontraremos un primer camino a la izquierda que debemos
ignorar, aunque es a partir de aquí donde pueden verse algunos madroños
centenarios de buen porte. La pendiente continua hasta llegar al segundo camino
que sale a mano izquierda, está señalizado como Camino de Almorox pues este
trayecto coincide con el Camino de Santiago del Levante.
Estamos a mitad del
recorrido de ida y desde este punto podemos ver las ruinas de la casa de Vista
Alegre..
Dejamos el camino
asfaltado y en seguida se hace visible el efecto erosivo del agua sobre el
camino, irregular y descarnado. Pocos metros más adelante un nuevo camino sale
a mano izquierda, si miramos hacia atrás en las señales vemos indicaciones del
Camino de Santiago. En las rampas más fuertes el camino aparece fuertemente
erosionado.
Atravesamos una
zona de rica diversidad biológica, junto a la Dehesa de Canto el Guarro, donde
el bosque se hace misterioso mezclando pinos, robles, enebros.
Nuevo camino a la
izquierda, el tercero desde que dejamos el camino asfaltado. Es un corto trecho
en el que podemos elegir entre adentrarnos en la dehesa o seguir por el camino
hasta el siguiente cruce. Siguiendo por el camino nos perderemos algunas
formaciones geológicas, por lo que a los más intrépidos les propongo
adentrarnos en la maraña de pinos y robles.
Recorreremos un sendero que zigzaguea por el bosque hasta que se hacen visibles unas grandes y curiosas formaciones rocosas. Estamos sobre el cerro de Canto el Guarro y las formaciones rocosas se alinean unas tras otras.
Haciendo fotos de
las mismas encuentro un buitre sobre una de las rocas. Escapa de esa roca
cuando me acerco y lo veré más adelante sobre otra roca acompañado de su
pareja. Ya de vuelta en el cielo sobrevolaban cuatro ejemplares.
Entre las
formaciones rocosas una de ellas se asemeja a la cabeza de un cerdo con el
hocico y la papada, pero desde el camino no se percibe de la misma forma.
Algunas de las grandes rocas están apoyadas en varios puntos dejando enormes
huecos bajo ellas.
El regreso se hace
ya todo por el camino, en esta ocasión girando siempre a la derecha,
disfrutando del paisaje.
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