RELATO GANADOR DEL SEGUNDO CONCURSO LITERARIO DE RELATO CORTO.
CONTIGO
SIEMPRE EN EL CAMINO
Raquel
Sebastián Poza
Regresaba a casa después de una semana trabajando fuera de su ciudad. Conducía
tranquilo, pero algo alteró esa tranquilidad. Era un cartel donde ponía Zubiri.
Aquel nombre del pueblo le trajo en unos segundos un montón de vivencias, durante
un tiempo aparcadas. Era el último pueblo donde habían terminado la etapa del
Camino de Santiago. Recordó anécdotas que le hicieron reír, pero también las lágrimas
le inundaron los ojos y tuvo que parar en una vía de servicio porque le
impedían ver la carretera. Dio rienda suelta a emociones añoradas. Una puerta
que hacía tiempo que estaba cerrada y que aquel pueblo le abrió.
Llegó a casa y Sofía pronto se dio cuenta que algo le pasaba.
-¿El trabajo bien? –preguntó.
- Sí… si, todo bien. – Dijo Pablo.
-¿Qué te pasa? Te noto raro.
-Umm no nada, nada.- Contestó dubitativo Pablo.
-Te conozco demasiado bien para saber que algo te inquieta.
Pablo le contó lo que le había ocurrido
viniendo por la carretera.
-¡Llámale! –dijo Sofía
-Es que no sé, hace tanto tiempo.
-¡El tiempo es lo único que estáis perdiendo! – Le recrimino Sofía.
Aquella noche Pablo no puedo dormir.
Recordó tantos y tantos momentos vividos con su hermano. Habían sido
inseparables, almas gemelas.
-¿Cuánto tiempo hacía que no se hablaban? ¿2, 3 años?
¿Cuál fue el motivo que los separó?
Intentó recordar la causa de su distanciamiento. Pero ahora con el paso
del tiempo le pareció tan pequeña la causa y tan grande la pérdida.
La noche no se marchaba y venían los recuerdos de los 10 años seguidos
que habían hecho el Camino de Santiago.
Siempre en la misma fecha. Siempre una semana. Siempre los dos juntos. – Ooooh, cómo le echaba de menos. Sintió en la
oscuridad de la noche tanta nostalgia. Se dio cuenta de que era tanta la
perdida.
-¿Merecía
la pena? – se preguntó Pablo.
A la mañana siguiente se levantó cansado y triste. Se estaba tomando un
café cuando miró el calendario. Faltaban sólo tres días para la fecha que
siempre reservaban para hacer una etapa del Camino de Santiago.
Un impulso lo levanto de la silla y se fue a buscar su cuaderno de rutas. Una energía nueva le invadió. No lo pensó mucho, cogió su móvil, buscó el nombre de su hermano y le mandó un mensaje:
PRÓXIMA RUTA: ZUBIRI – STO
DOMINGO DE LA CALZADA
SALIDA: 8 DE LA MAÑANA.
No escribió nada más.
Le contó a Sofía que se iba a hacer la
ruta y que había mandado un mensaje a su hermano. Ella sonrió y le abrazó.
Se puso a preparar la mochila, las botas, los bastones… Sentía como volvía
a tener ilusión y una gran sonrisa se dibujaba en su rostro. Dejó todo
organizado en el trabajo y el domingo puso rumbo a Zubiri.
Durmió en el albergue Municipal. A las 8 en punto salió a la calle nervioso
e inquieto. -¿Habría venido? ¿Habría entendido
el mensaje?
Sus ojos recorrieron la calle y sólo vio a dos extranjeros y tres chicas jóvenes.
En aquella época del año había pocos
peregrinos. Esperó unos minutos y se puso a caminar
Caminó mucho rato con tristeza y melancolía. Pero empezó a notar una
extraña sensación y una energía nueva
que le rodeaba.
Alguien se puso a caminar junto a él, sin decir palabra. A Pablo le dio
miedo mirar y no lo hizo. Sólo disfrutó de la sensación que le había invadido.
Caminaron en silencio.
Al llegar a un cruce se pararon, giraron las cabezas y se miraron, pero apenas se vieron pues las lágrimas se lo impedían. Se abrazaron con fuerza. En aquel silencio y en aquel abrazo se perdonaron todo. No hicieron falta palabras ni nada más.
El Camino de Santiago les volvió a unir y no dejaron nunca que nada les
separara. Cada año volvían se miraban y decían: CONTIGO SIEMPRE EN EL CAMINO.
Enhorabuena a la autora, los últimos párrafos me han hecho llorar, y aunque esto no es difícil, pero la emoción me ha embargado al pensar en esa reunión de hermanos unidos en y por el camino. Bravo!!!
ResponderEliminarEste relato me hace recordar cuando me encontré con un japones, que nuevamente juntos nos encontramos en el barrio de Aluche.
ResponderEliminarÁngel Sánchez
Me alegro que el relato ganador os haga revivir vuestras emociones y recuerdos. Iremos publicando el resto de relatos. Gracias por vuestros comentarios.
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