CAMINO DEL SURESTE. SAN PEDRO DE LATARCE VILLALPANDO.

CAMINO DEL SURESTE. SAN PEDRO DE LATARCE VILLALPANDO.

     Domingo 15 de abril, puntualmente a las ocho de la mañana estamos en el aparcamiento, cerca del Hotel Rural de Urueña donde hemos pasado la noche.

     Lo primero hacer unas fotos en la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada. La mañana está desapacible y a ratos cae una fina lluvia. Luego vamos a desayunar a la gasolinera.

     Llegados a San Pedro de Latarce dejamos a todos los participantes y los conductores nos acercamos a llevar los coches a Villalpando, que quedan aparcados cerca del Arco de Santiago. Gracias a Avelino podemos dejar allí todos los coches.

     Nos volvemos a reencontrar con compañeras y compañeros e iniciamos de nuevo la marcha cruzando el río Sequillo. No llueve pero el tiempo está desapacible.

     Al poco tiempo de salir empieza a llover y nos tenemos que perpetrar con capas y ponchos impermeables, aunque la lluvia no dura más de cinco minutos.

     Pronto llegamos al pinar donde un gran cartel nos avisa que entramos en la provincia de Zamora.

     En algunos tramos el viento toma mayor protagonismo y alguno de nuestros compañeros están pasando dificultades para mantener el ritmo. Buscamos un sitio al abrigo del viento y hacemos nuestra parada para reponer fuerzas.

     Tras esta pausa tomamos nuevos bríos y nos lanzamos de nuevo a la interminable llanura castellana, que nuevamente nos ofrece estampas de extraordinaria belleza.

     La falta de relieve nos permite visualizar Villalpando desde gran distancia y al llegar esperamos a que todos lleguen para hacer la foto de grupo.

     Las nuevas tecnologías nos acompañan y tanto Uge como María van publicando casi en directo fotos de nuestras etapas.

     Tras dejar las mochilas en los coches nos dirigimos al restaurante "la Posada de los Condestables" donde nos hacemos algunas fotos más. Felicitaciones para María y Raquel por la buena organización del viaje a través de nuestro aplauso.

     Después de la comida, abandono el grupo un poco antes para intentar echar una siesta en el coche antes de iniciar el regreso. Paseo antes por Villalpando haciendo fotos de los distintos monumentos y lugares, aunque estas fotos quedan para otra entrada. Cuando llegan los demás he dormido durante un rato, nos despedimos e iniciamos el viaje de regreso, acompañado a veces de fuertes rachas de lluvia.

Fotos: Raquel López Moreno, Richard Pickers y Javier Perals.

Texto: Javier Perals.

URUEÑA, VILLA DE LOS LIBROS.

CAMINO DEL SURESTE. (Segunda parte) URUEÑA, VILLA DE LOS LIBROS.

     Tras la visita al castillo de San Pedro de Latarce nos dirigimos a la localidad Vallisoletana de Urueña, nombrada Villa de los Libros.

     Al llegar aparcamos junto al castillo, usado desde hace tiempo como cementerio, al pie del cual se encuentra una pequeña laguna. El hotel rural "El Pozolico", donde nos alojamos, quedaba muy cerca.

     Tras dejar nuestros equipajes en las habitaciones que nos asignaron salimos para ir al encuentro de la persona que nos iba a acompañar en una visita guiada por Urueña.

     La población ha mantenido la estructura medieval y el estilo de sus casas, que aunque nuevas, conservan el aspecto que podían tener en el pasado, construidas a base de tapiales con tierra, paja y canto rodado.

     Al pasear por sus calles estrechas era fácil encontrar rincones con encanto, en los que se ha cuidado mucho el aspecto de las construcciones y de las infraestructuras, de forma que no ven tendidos de cables ni modernos carteles de los establecimientos.

     Con una población cercana a los trescientos habitantes cuenta con 12 librerías en su precioso casco urbano. Cada librería ha dado su personal toque, en unas se puede tomas unas cervezas o comer, como La Real o El Portalón, otras se han especializado un poco: cine, viajes, enoteca.

     Tras la visita guiada algunos nos fuimos a la muralla para ver atardecer y allí el paisaje se mostraba amplio y extenso.

     La puesta de sol enrojecía los tejados de Urueña y nos permitía para hacer fotos jugando con las sombras y las tonalidades, todo en un ambiente agradable y distendido que provocaba risas y buen humor.

     Desde la muralla, que rodea casi completamente el casco urbano, divisamos construcciones típicas como el palomar cuadrado y el palomar circular, ambos con los tejados vertiendo hacia el interior para recoger el agua de lluvia que abastecerá los bebederos de las palomas.

     Algo más retirada, pero visible desde el lado sur de la muralla, la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, que visitaríamos ya al día siguiente cuando partíamos hacia San Pedro de Latarce para iniciar allí nuestra segunda etapa del viaje.

     Esta larga jornada del 14 de abril terminaba con una abundante cena en el mesón Villa de Urueña, donde se nos unieron los dos últimos participantes que compartieron con nosotros la jornada del domingo, pero eso..., queda para otra entrada.

Fotos: Raquel López Moreno, Richard Pickers y Javier Perals.

Texto: Javier Perals.