PATROCINADORES 2023-1

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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2023-2

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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas gracias.

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.

lunes, 16 de mayo de 2016

CAMINANDO POR EL PINAR DE HOYOCASERO

CAMINANDO POR EL PINAR DE HOYOCASERO
     Sábado 14 de mayo, vísperas de San Isidro, mañana fresca, con nubes y claros. Dos coches de Escalona con siete personas, nueve personas más de Cadalso y dos perros.
     Recorrido en coches particulares desde Cadalso al Barraco, donde nos desviamos camino de Navalosa y de Hoyocasero. Pasamos Hoyocasero y nos pasamos la entrada al pinar. Vuelta a Hoyocasero, Pedro ha desaparecido y algunos tomamos un camino equivocado. Vuelta a la carretera, pasamos Hoyocasero y en la primera curva paramos. Javier pide la dimisión de Pedro.
     Dejamos los coches e iniciamos el paseo por el pinar, a la entrada un merendero. El arroyo cercano lleva bastante agua y nos acompaña su arrullo. Cuando hacemos la foto del grupo en la fuente ya se han quedado atrás Pedro, Luisi, Jesús y Jose. Tampoco sale Richard que hizo la foto.


Rocki no lo dudó y se lanzó al agua de la fuente atravesando de lado a lado el pilón.
     Los días anteriores llovió y vimos el pantano del Burguillo lleno, el Charco del Cura desaguando y de vez en cuando en el camino hay charcos.
     Nos vamos adentrando en el bosque, que adquiere una especial belleza.


     El pinar deja paso al robledal y el terreno parece más húmedo y esponjoso. Las paredes de piedra cubiertas de musgo y los arroyos cercanos repletos de agua. Las flores inician un tímido despertar que será una apoteosis en quince días.







     Avanzamos siempre por el camino de descenso hasta llegar a una primera intersección, algunas dudas sobre si tomar a la derecha o no, pero el guía se ha quedado atrás y no está con nosotros, Richard le llama y confirma que es a la derecha.
     Más charcos y una nueva intersección, el cuerpo nos pide tomar hacia la izquierda, pues el arroyo cercano desciende por ese lado, pero un cartel de coto de pesca nos hace replantearnos la decisión. Ante la falta de contacto ahora con Pedro arrancamos una avanzadilla subiendo una cuesta. Cerca de allí está el río, parece un pequeño embalse pero no llegamos a descender y no vemos el puente. Volvemos hacia atrás y ya viene Pedro, saca su plano y entonces lo vemos claro. Era a la izquierda, subiendo la cuesta, donde el río parece un embalse de lo crecido que va.
     Al acercarnos más vemos La Puente, que es como por aquí lo denominan. Anteriormente, en el camino, hablábamos del uso del femenino para algunas palabras. En Castilla y León muchas palabras que en otros sitios se usan como masculino se dicen en femenino: Las Arribes, La Puente Quebrá, incluso muchas herramientas, si es grande se dice en femenino.

     Pasamos La Puente, hacemos fotos y decidimos comer el bocadillo allí. Algunas personas sienten frío y llevan las manos heladas, el aire es fresco pero el sol cuando asoma resulta agradable.


     Pedro disfruta sacando fotos a las flores y en un descuido Chico le quita el trozo de bocadillo, se lo lleva, lo abre, se come la tortilla que ha hecho Merche y deja el pan. Tanto chico como Rocki, los dos perros que nos acompañan hoy, se lo están pasando en grande.




     Es temprano aún y no hay mucha prisa, pero emprendemos el camino de vuelta recreándonos en rincones y paisajes que antes vimos.





     El intento de ver la fábrica de cervezas "Gredos" en Hoyocasero se va al traste, las visitas los sábados a las doce y a las cinco de la tarde. Precio de la entrada seis euros incluida la cata.
Concurso de chulería y
expectación que levantó.
      Hoy me he dejado sin querer la cámara de fotos en casa, pero decido regresar por Navarrevisca y Burgohondo. Volvemos a cruzar el río Alberche en dos ocasiones y va impresionante. Me propongo volver con la cámara un día de estos antes de que se meta el calor. Si lo hago seréis los primeros en ver las fotos.
Fotos Richard Pickers.
Texto Javier Perals.

miércoles, 11 de mayo de 2016

ETAPA DE SAN VICENTE DEL PALACIO A RUEDA

ETAPA DE SAN VICENTE DEL PALACIO A RUEDA.
     Hay quien dice que el santo Apóstol nos acompaña y nos protege. La verdad es que yo no creo mucho en estas cosas, pero es que resulta..., que va a ser verdad.

     Iniciábamos la etapa hacia las siete y diez de la mañana, cuando nos encontrábamos en la gasolinera de Cadalso (antes de Campsa ahora de Repsol) esperando al autobús de Fernando que procedente de Escalona iba a llevarnos hasta San Vicente del Palacio, en la provincia de Valladolid.
     Desde allí arrancaba esta nueva etapa del Camino del Sureste, cuyos tramos hemos adaptado a nuestras necesidades,variando los puntos de origen y final de etapa. El aire fresco, tirando a frío, en Cadalso, nublado en el recorrido y nublado en San Vicente.

     Allí nos encontramos con Ricardo y Rosa y con Rosi y su marido, que se habían desplazado por su cuenta para unirse a nosotros en la etapa. Como siempre la foto de rigor del grupo antes de salir, y que nadie se quiere perder, tanto para salir en ella como para hacerla.


     Salimos de San Vicente dejando sus solitarias calles atrás. El bar cerrado, el ayuntamiento cerrado y sus casas durmientes cerradas. Tan sólo vimos un vecino que transportaba maderas en un enorme y potente tractor.

     Pronto toman la delantera Lorenzo, Carmen y Valentín, que a veces se quejan que apenas salen en las fotos. La razón es muy sencilla, los demás apenas les vemos. Entre las dos fotos que van a continuación apenas han pasado unos segundos...: no somos capaces de seguirlos.

     El camino se dirige hacia un puente de piedra y ladrillo y que tiene sueltos algunos elementos arquitectónicos. La autovía y el camino se acercan hasta ir prácticamente juntos. El grupo se va disgregando según el ritmo que cada uno quiere y puede seguir.


     El sol hace pequeñas apariciones y aunque el cielo aparezca nublado el día está claro y los campos limpios y relucientes. Destacan los amarillos de los cultivos de colza, producto que se dedicará a la fabricación de aceites vegetales y de combustible de biomasa, pero no deslumbran como hace dos semanas.






     Pronto se divisa la torre del Castillo de La Mota, de Medina del Campo, aunque la llegada a esta preciosa ciudad se hará esperar. Cuando Pedro y yo entramos los últimos en Medina los primeros han tomado ya al asalto la primera cafetería que han encontrado y se reparten cafés y cervezas entre unos y otros. Decidimos dar un golpe de timón y Pedro y yo nos acercamos a la hermosa plaza de la Hispanidad, donde se encuentra en Ayuntamiento y la Oficina de Turismo, donde nos sellan las credenciales.



     Aprovechando que el grupo aún no se ha concentrado en la plaza, Carmen y yo nos metemos en la carpa donde se distribuyen los puestos de la feria de artesanía. Una primera foto al alfarero que trabaja ante la presencia de espectadores y posibles clientes y una vuelta rápida por el recinto cubierto para plasmar algún detalle.
 


     Llamo a Julián y al decirme que ya salen los últimos, destino a la plaza, le indico por donde nos vamos para continuar con nuestra etapa. Hablamos del buen aspecto que tiene la plaza y las calles comerciales que la rodean y dirigimos nuestros pasos hacia la carretera de Rueda. Observamos que hay pocas señales pintadas, o bien se han borrado, y debemos preguntar varias veces. Al cabo vemos las típicas flechas amarillas que confirman nuestro camino.


      Apenas se sale de Medina del Campo cuando la antigua Nacional N-6 se cruza con la autovía destino Galicia y apreciamos cierta confusión en la señalización. Los que van delante, los escapados, esta vez cuatro, han tomado por el lado izquierdo de la carretera y aunque les gritamos no logramos convencerles que el camino va cruzando la autovía por un paso elevado.
     Campos de cereales, cultivos de colza, zonas terrosas socavadas por multitud de madrigueras de conejos y algunas zonas embarradas. El cielo sigue cubierto pero de vez en cuando se abre un claro y apreciamos cómo el sol calienta. El camino serpentea y se pierde en un alto. Tal vez, al llegar allí veamos Rueda.




     El tiempo pasa más rápido que lo que nuestros pies se mueven, detrás del primer horizonte había otro horizonte, y detrás nuestra, empujadas por el viento del sur, parecen aproximarse nubes amenazadoras.


     Por fin vemos la cuba, la enorme cuba edificada por una bodega y que nos indica la presencia de la localidad famosa por sus vinos rosados: Rueda.


     Llegan los primeros, luego van llegando más, y mientras nos vamos juntando entro en varios establecimientos a preguntar si tienen un sello para poner en la credencial. Junto a la gasolinera entramos en un bar restaurante y aunque casi todos piden cerveza yo pido un rosado de rueda. Me quedo solo. En el vino y con el vino. Pido un aperitivo o unas aceitunas para acompañar aquel exquisito trago que al poco se me vuelve pesado e incomodo. ¡Necesito tomar algo con el vino! y me acuerdo de las patatas del Churrero.

     Con casi todos los participantes dentro del establecimiento se pone a llover, aunque faltan dos, Domingo y Santiago han quedado algo rezagados y llegan en pleno chaparrón. El santo Apóstol no debió calcular bien la hora y por apenas unos minutos no todos se libraron de la lluvia, aunque en general nos consideramos protegidos por el Apóstol Santiago, pues no ha sido ni la primera ni la única vez.

     Vuelta a comer a Medina del Campo, donde llegamos pasadas las 15,30 y donde ya nos tienen reservado un amplio espacio para nosotros. El arroz fuertecito pero me ha gustado mucho, y ha sido la excusa para tomarme otro vinito. Las carrilleras jugosas y tiernas. Y el pastel casero buenísimo. (Mi madre decía que con bocas así daba gusto cocinar). Aunque claro, esta es mi opinión, porque después aparecerá un puntilloso o un soplagaitas que le encontrará más de un fallo a la comida. Lo siento por ellos porque no habrán disfrutado como yo.


     Por último, no sé si lamentar, o si alentar, el divertido y esperpéntico espectáculo de Pedro sobre la creación del mundo a partir de Cadalso. Bueno, esto es broma y ya conocemos a Perico. Por cierto, no sé que tienes en contra de las gasolineras.
Fotos: Richard Pickers, Raquel López Moreno, Eugenio Baquera y Javier Perals.
Texto: javier Perals.