PATROCINADORES 2023-1

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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios agradece su colaboración a todos nuestros PATROCINADORES. Muchas Gracias.

PATROCINADORES 2023-2

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MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO

MAPA DE METRO DE LOS CAMINOS DE SANTIAGO
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DEL CAMINO DE SANTIAGO LEVANTE-SURESTE

MAPA FOLLETO

MAPA FOLLETO
MAPA DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID, DESDE ESCALONA A CADALSO Y DE CADALSO HASTA CEBREROS, CON FOTOS DE LUGARES SINGULARES DE TODAS LAS POBLACIONES.

INFORMACIÓN FOLLETO

INFORMACIÓN FOLLETO
CARA DE INFORMACIÓN DEL MAPA DE LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL SURESTE A SU PASO POR LA PROVINCIA DE MADRID ENTRE ESCALONA (TOLEDO) Y CEBREROS (ÁVILA) CON INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS EN LOS DISTINTOS MUNICIPIOS. ESTE FOLLETO HA SIDO EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN CADALSO DE LOS VIDRIOS CON EL PATROCINIO DE LA CONSEJERÍA DE TURISMO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. AGRADECEMOS AL AYUNTAMIENTO DE CADALSO SU COLABORACIÓN.

sábado, 7 de noviembre de 2015

VALLE DE IRUELAS, SENDA DE LA LANCHA DE LAS VÍBORAS

VALLE DE IRUELAS. SENDA DE LA LANCHA DE LAS VÍBORAS
     Como siempre, se me echó el tiempo encima, entre los previstos y los imprevistos, hace cuatro semanas que no he sacado tiempo para ir al Valle de Iruelas y preparar la visita del día 14 de noviembre.

     El sábado anterior, día 7, resuelvo irme por la mañana, sin madrugar mucho. Las tardes ya resultan muy cortas.

     El día amaneció despejado, soleado pero con bancos de niebla situados a cierta altura: El valle del Tórtolas precioso, el cerro de Guisando ocultando su falda media, el Charco del Cura casi desaparecido y en el embalse del Burguillo jugando con cerros y riberas.

     Me fui por el Tiemblo, en la última vuelta ciclista a España una etapa discurrió por aquí y estaba muy arreglado, pero atravesar El Tiemblo un tostón, por la cantidad de pasos elevados para paso de peatones.

     La primera foto para la presa, bueno en realidad me explayé y tiré unas diez o doce.

     Luego fotos al embalse y a las señales que nos indican el Valle de Iruelas.

     Durante el trayecto me hubiera parado 6 o 7 veces a hacer fotos,  pero la carretera es estrecha y no hay muchos sitios para parar, así que hasta la casa de Las Cruceras, donde por cierto había una gran concentración de cazadores con sus todoterreno y sus remolques llenos de perros deseando salir de allí.

     Entré en la Casa de la Reserva Natural y me dieron información de todas las sendas que se anuncian allí, en total 6, aunque hay alguna más: la senda botánica, la Lancha de las Víboras, el Castañar de el Tiemblo, San Gregorio, el Pozo de la Nieve y la de mayor dificultad el Cerro de la Escusa.

     Vuelta al coche y subida hasta el aparcamiento del área recreativa "Siempre Verde". En un rincón de este aparcamiento está la entrada a las dos sendas que se pueden visitar.


     Decido hacer primero la de la Lancha de las Víboras, que desde un primer momento toma una fuerte inclinación. Recomiendo llevar botas y bastón pues la senda discurre por varios torrentes muy pedregosos.



     En algunos sitios han dispuesto piedras a modo de escalones.


     El ascenso discurre entre una vegetación que va cambiando a medida que se asciende y que permite tener unas hermosas vistas sobre el valle y sobre el embalse del Burguillo.


     Encuentro familias que se desplazan hasta allí con sus hijos para inculcarles el amor a la naturaleza y que realizan la senda con más calma que yo.

    Ascendiendo por aquellas rampas, rodeados de los colores propios del otoño, llego hasta un mirador de aves, sencillo y discreto, aunque no demasiado integrado en el paisaje y con un fallo que a mí me parece importante, está orientado al sur y la luz del sol te da de frente.


     Un mirador de buitres en el que resulta difícil hacer fotos de calidad. Estaba anunciado a media hora y apenas he tardado 25 minutos con muchas paradas para disfrutar el paisaje y hacer fotos.

     Sigo el ascenso, a veces de nuevo por pedregales, y cuando el sendero empieza a descender y vira a la derecha, cambia el paisaje y cambia el camino.


     En este trayecto encontraremos varios árboles singulares, como un pino situado junto a la fuente de Mahudillo.



     Aunque el camino discurre suave y tapizado de verde, pueden verse en ocasiones formaciones rocosas que llaman mi atención. Una de ellas me anima a salirme del camino, me enzarzo y me entretengo, pero vale la pena.

     Unas peñas que se superponen a otras o que forman un abrigo natural con la forma de un arco de un puente, forradas de musgo y con apariencia de zonas amuralladas o de canchales desordenados.


     El camino presenta varias bifurcaciones pero resulta difícil perderse pues está muy bien señalizado.



     El camino de descenso vuelve a convertirse en sendero, que cambia a medida que la altitud es menor, pasando por zonas abundantes de helechos y otras de hierbas y musgos.


     Una hora y veinte minutos después de iniciar la senda llego al aparcamiento por otro de sus rincones, y decido hacer la senda botánica que discurre apenas en 600 metros.

     Aunque las fotos de esta senda quedan para otro día.
Fotos y texto: Javier Perals.

martes, 3 de noviembre de 2015

CASTAÑAR DE LANCHARRASA

EL CASTAÑAR DE LANCHARRASA
     Como estaba previsto el sábado 31 de octubre nos reunimos unos pocos amigos del Camino de Santiago para hacer un paseo por el Castañar de Lancharrasa, en Cadalso de los Vidrios.

     Aunque las previsiones iniciales del tiempo meteorológico para el fin de semana daban lluvias, a medida que se acercaba la fecha se fueron disipando esos temores, aunque el día amaneció nublado y con niebla que cubría la Peña y la Cumbre de Lancharrasa.


     En esta ocasión se nos unieron amigos de Getafe, Leganés, Villaverde y Aranjuez y hechamos de menos a otros amigos de Escalona, Almorox y Navalcarnero. En total nos pusimos en camino 28 personas.


     Tras dejar la calle Calvario tomamos el camino de las Erillas, y una vez sobrepasado este paraje seguimos por el camino que va hacia Rozas de Puerto Real.



     Pronto el camino se empina y comenzamos una ascensión, que, aunque no es muy dura, nos animó a despojarnos de la ropa de abrigo que llevábamos mientras disfrutábamos del paisaje y sorteábamos charcos.



     En la estación de otoño, Cadalso toma unos colores que la hacen más hermosa, y al verde dominante de la sierra se unen pinceladas de amarillos, naranjas, rojos y ocres, que contrastan con los cielos grises y plomizos con algunos toques de blanco y azul.



     Cuando parece que el camino empieza a llanear encontramos una bifurcación y el nuevo camino vuelve a ponerse cuesta arriba, alargándose por el trazado sinuoso que nos llevará hasta el castañar.



     Hasta aquí hemos pasado lo más duro y lo más sencillo, pero al adentrarnos en el castañar se pierde el camino e incluso los senderos desaparecen en el manto de hojas caídas que cubren el terreno. 


     Hace algún tiempo acompañamos algunos amigos a Pedro Alfonso en este recorrido y pusimos o recolocamos los hitos, o montoncitos de piedras, generalmente colocados sobre peñas para señalar el camino.

     El castañar por dentro se viste de luz y de magia y pronto los asistentes no aguantan la tentación de coger unas lustrosas castañas, aunque todos sabemos que no son buenas porque no son injertas o injertás.

     Los más impacientes, o los más veloces, se adelantan por delante de nuestro guía, y perdemos el sendero. Pedro Alfonso trata de poner un poco de orden mientras tratamos de localizar los hitos que dejamos en la visita anterior, y afortunadamente casi todos están allí.


     Recobrado el camino correcto subimos entre vistas extraordinarias, piedras colosales y peñas cubiertas de musgo como bien nos enseña nuestro amigo Gerardo.

     Elías, el más joven del grupo, con tan sólo siete años, quiere conocer los abrigos de los pastores, coger castañas, saltar de peña en peña, meterse por huecos y rincones, ...   ¡Que bién dormirá esta noche!

     Por fin, y casi de pronto, aparecen unas grandes peñas que forman otro abrigo natural y que es conocido como el Covacho del Tío Lolilla.


     Llegados a este punto decidimos hacer el requerido descanso para recuperar fuerzas, momento que aprovecha el personal para sacar sus bocadillos, su tartera (queda mejor que su taper), su fruta fresca o sus frutos secos.

     Procurando no dejar demasiados rastros de nuestra presencia nos hacemos las fotos de rigor, en la que ya faltan algunas personas que regresaron antes para asistir a un espectáculo con caballos.


     Luego iniciamos el regreso, Pedro Alfonso se entretiene con esa conversación que le fluye en cualquier momento y que permite que el tiempo con él transcurra plácido y ameno. Pero de nuevo los rápidos, o los impacientes, se lanzan ladera abajo, le siguen otras personas confiadas en que conocen el camino y al final se encuentran en pequeños claros sin posible salida. Nos llaman a Pedro o a mí, Pedro con más sensatez retrocede, asciende y busca el camino correcto. Yo me lanzo en principio tras los que no supieron esperar, luego con el zarcero trato de trochar y abrir camino a las personas que me siguen.


     El lugar es muy bonito, pero es muy fácil perderse si no se conoce bien. A este lugar nos ha traído Pedro y todos (TODOS) deberíamos ir tras él.
Nuestro guía, Pedro Alfonso, en una de sus amenas explicaciones.
     Al final no ocurre nada malo, todos llegamos bien y encontramos el camino de vuelta, pero las personas que nos hacemos responsables de estas actividades: Pedro, Ángel, Richard, Fernando, Javier, .... hemos pasado un mal rato y hemos temido por la seguridad de las personas a las que acompañábamos.
Cigüeñal o "cristo", artilugio para sacar agua del pozo.
 

Líquenes
     La salida del castañar y el reencuentro con el camino disipa todos los temores y unos con más prisas y otros más relajadamente disfrutamos del camino de retorno y de los paisajes que la naturaleza y Cadalso nos ofrecen.


     Al final en la Corredera, con Pedro González, Pedro Alfonso y yo, echando de menos ese compartir un aperitivo con la gente de la marcha. En fin, otra vez será. ¿Otra vez será?






Fotos: Richard Pickers y Javier Perals.
Texto: Javier Perals.